A partir de la formación de payasos de hospital, en la que yo participaba. Me planteé hacerlo con adultos y exploré en varios países.

¿Qué pretenden hacer?

Queremos recuperar el ánimo de los pacientes a través del humor. Ser enfermo crónico es muy duro, pero si además se está en la cama de un hospital, la soledad mental se nota mucho más.

¿A qué enfermos se dirigen?

Sobre todo a los que padecen enfermedades cardiovasculares, infecciosas, cáncer y enfermos mentales. Trabajamos en Padre Jofre y el Arnau de Vilanova.

¿Cómo ha sido la acogida?

Llevamos más de 200 pacientes desde junio. Ha sido muy buena por parte de ellos y de los familiares, pero también por el equipo médico, que nos cuenta el diagnóstico y nos ayuda.

¿Cuánto durará el proyecto?

Espero que para siempre y que, aunque yo ya no esté, otras personas lo sigan. Pero dependerá de las ayudas de empresas privadas y de la Conselleria de Sanidad.

¿Hay diferencias con niños?

Los payasos trabajan el mimo con mucha calidad. A los adultos hay que escucharles, estar con ellos y animarles con humor.

Bio

Nació en Valencia en 1959. Forma parte de L’Om-Imprebís.