Decenas de personas de Manos Unidas, Cáritas Diocesana de Valencia y Confer Diocesana (Conferencia Española de Religiosos) se han concentrado este jueves a las puertas del Palau de la Generalitat, donde han entregado una carta dirigida al jefe del Consell, Alberto Fabra, en la que le advierten de los "drámaticos efectos" que tienen para las personas los "recortes" en la Ayuda Oficial al Desarollo del Gobierno valenciano, que el año pasado se redujo más de un 70%.

"Somos conscientes de las dificultades que atraviesan las administraciones públicas", admiten en la misiva, "pero también de la ineludible responsabilidad ética" de garantizar el acceso a los derechos básicos de los colectivos más vulnerables, la promoción de los derechos humanos y el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), que en el 2000 todos los países miembros de la ONU se comprometieron a alcanzar en 2015. "Faltan dos años y muchos de ellos no se han cumplido por la falta de ayuda internacional".

Así, se muestran "convencidos" de la necesidad de un nuevo modelo socioeconómico basado en relaciones de cooperación y fraternidad entre las sociedades y los pueblos, "que haga posible reducir las desigualdades que mantienen en la pobreza a millones de personas".

En este sentido, desde Cáritas, Alfredo Maluenda ha abogado por "hablar más de cooperación y no exclusivamente de competitividad, de competencia, de deuda y de déficit. Ahora solo se habla de los objetivos del déficit, nosotros seguimos hablando de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, que no es otra cosa que dar pan a los que padecen hambre, agua a quienes tienen sed y educación primaria a todo el mundo".

De este modo, ha reclamado a Fabra que "cumpla" la Ley Valenciana de Cooperación al Desarrollo aprobada en 2007 en las Corts y que establece que el 0,7% de los presupuestos de la Generalitat deve destinarse a la ayuda al desarrollo. "Esta ley nunca ha llegado a cumplirse". De hecho, este año se destina alrededor del 0,02% del presupuesto, ha lamentado.

En la misma línia, el delagado diocesano de Manos Unidas en Valencia, Eladio Seco, ha precisado que hay "mil millones de personas mueren de hambre o están cerca de la inanición y no podemos abandonarles". "No podemos abandonar a los que sufren la crisis más que nosotros, que están en una crisis permanente. Nosotros tenemos una crisis que esperamos que salga, nos dicen que vamos a salir pronto, ese pronto está tardando demasiado, pero en el Tercer Mundo la situación es caótica", ha sentenciado.

A esto se suma que, como consecuencia de la situación económica, "se ha abandonado prácticamente toda la ayuda al Tercer Mundo", por lo que esta concentración es un "grito para que la sociedad lo sepa y los políticos tomen las acciones oportunas para que la ayuda nos desparezca y se cuplan los ODM".

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Caso cooperación'

Preguntados por cómo ha afectado el 'caso Cooperación' a las entidades que trabajan en este sector, Eladio Seco ha confesado que se sienten "muy tristes". Ahora la justicia tendrá que dilucidar lo que hay de verdad pero en cualquier caso, "no cabe duda de que ha hecho mucho daño a todas las ONG y a todas las organizaciones que nos dedicamos al Tercer Mundo porque muchos creen que si hay alguno que ha actuado mal probablemente otros actuarán mal y no es así ni muchísimo menos".

A su juicio, "habría que pedir una ética absoluta en todo, en todas las actuaciones políticas pero en lo que significa ayudar a los más empobrecidos es especialmente necesario".

También para Maluenda es algo "tristísimo" y si finalmente la justicia dice que han desviado dinero, espera que "se devuelva a los fines a los que debeía ser destinado".