El secretario de Ocupación y Relaciones Laborales de la Generalitat, Ramon Bonastre, no ha cerrado la puerta de una manera contundente a la introducción de los minijobs en Cataluña porque "cualquier medida de contratación tendría que ser estudiada" ante el problema del paro.

"La situación del mercado de trabajo es excepcional. Por lo tanto, cualquier medida que pueda generar puestos de trabajo y contrataciones de manera excepcional tendría que ser estudiada, pero no de manera sistemática", ha declarado Bonastre, que, aún así, ha querido dejar claro que los minijob no son el modelo del Gobierno.

En una línea similar en las declaraciones de Artur Mas de este lunes, el responsable de Ocupación y Relaciones Laborales del Gobierno ha dejado claro que los minijobs no son el modelo del ejecutivo catalán, sino que son partidarios de potenciar la contratación a tiempo parcial.

Según Bonastre, el Gobierno valoraría la posibilidad de incorporar esta figura contractual "en el momento que se hiciera una propuesta concreta". Ahora bien, ha sido tajante para decir que en un momento de precariedad no se puede plantear una tipología de contratación que no genere derechos de paro.

"La situación de riesgo de exclusión social es bastante complicada como para pensarlo", ha comentado. Esto no quiere decir, sin embargo, que no se pueda plantear una situación concreta y específica en un determinado colectivo o en una zona.

El consejero de empresa y Ocupación, Felip Puig, ha anunciado que desde noviembre, cuando empezó a cobrarse la tasa turística, hasta marzo se han recaudado 8 millones de euros. Una extrapolación de esta recaudación hace prever que después del segundo y tercer trimestre, los más relevantes en términos turísticos, la recaudación rondará los 40 millones en su primer año de aplicación.

Puig ha hecho esta primera valoración del comportamiento de la tasa turística en el transcurso de su presentación del plan estratégico del turismo 2013-2016 y con un horizonte general todavía más amplio hasta el 2020.En su opinión, el turismo no es una actividad económica cualquier si no que forma parte del proyecto de país.

El objetivo de este plan es consolidar la industria turística catalana, que por oferta en relación con la superficie del territorio es ya líder en el conjunto de la Unión Europea, y superar los factores negativos que todavía arrastra que son la excesiva estacionalidad del sector.

Se consolidará el turismo de sol y playa y el de la 'marca Barcelona', y se desarrollará el turismo de interior y de montaña. También se quiere captar nuevos clientes procedentes de países emergentes a través de un plan de marketing que el Gobierno aprobó recientemente.

El consejero de Presidencia, Francesc Homs, ha recriminado al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, que no haga "bromita" con el objetivo de déficit, porque se está hablando de "más o menos recortes, y esto afecta la gente y los servicios públicos".

"Lo que pido y reivindico es que se exprese siempre en términos de una gran seriosidad", ha reclamado Homs, molesto con el tono que usó Montoro lunes para avisar que Cataluña nunca tendrá un objetivo del 2%. "Uno tuvo la sensación, viéndolo, que la actitud no era la más adecuada a la hora de comunicar este tipo de posiciones", ha dicho.

El consejero también ha reconocido que las declaraciones del presidente de Fomento, Joaquim Gay de Montellà, "no suman" para defender el interés de Cataluña cuando pide un déficit de entre el 1,7 y el 1,96% del PIB. Ahora bien, se ha mostrado convencido que Gay de Montellà no pretendía rebajar las peticiones de la Generalitat.

En rueda de prensa después de la reunión del Consejo Ejecutivo, Homs ha reiterado que si España consiguió más tiempo para reducir su déficit, también es justo que lo tengan las comunidades, cuando prestan servicios esenciales.

En cualquier caso, Homs ha asegurado que esperarán a que el Gobierno haga público el límite de déficit para este año. Será entonces cuando el Govern decidirá si presenta los presupuestos o los mantiene prorrogados, así como otras "decisiones complementarias", como aumentar la presión fiscal o aplicar más recortes.

El consejero ha argumentado que si la Generalitat empieza a tomar decisiones y aplicar recortes, el Estado interpretará que puede dar menos margen en Cataluña. "Pensarán que los catalanes ya se espabilan, que ya suben una tasa o un impuesto y ya se arreglan", ha concluido.