La Guardia Civil ha detenido a cuatro individuos, dos de ellos vecinos de Estepona (Málaga) y dos de Bilbao, que habían montado un importante laboratorio de producción 'indoor' de marihuana en un chalé de Cantabria, donde fueron ocupados un kilo de dicha sustancia y 635 plantas de las que podrían haberse obtenido otros 22 kilos más netos.

Los detenidos son J.D.P.R. y D.E.C, de 36 y de 32 años, respectivamente, los dos vecinos de Estepona, y J.I.F.C. y A.F.G, ambos de 42 y vecinos de Bilbao, como presuntos integrantes de una organización delictiva perfectamente organizada y preparada, según informa la Guardia Civil en nota de prensa.

La detención inicial de dos de ellos, J.D.P.R. y D.E.C, se produjo de madrugada, días atrás, cuando una patrulla de Seguridad Ciudadana, en servicio preventivo de vigilancia a estaciones y áreas de servicio aledañas a las principales carreteras de la provincia de Burgos, detectaba la presencia de un vehículo parado en una de estas zonas, en la A-1 a su paso por la comarca del Arlanza.

Al identificarlos comprobaron cómo uno de los dos ocupantes se encontraba indispuesto —sufría un ataque epiléptico— y, por ello, los agentes solicitaron asistencia médica.

Olor a marihuana en el coche

Debido a que el vehículo desprendía un fuerte olor a marihuana, los guardias realizaron un somero registro al mismo y, bajo el asiento del conductor, localizaron tres bolsas con marihuana y otra más en la guantera con un peso de un kilo, ya preparado para su venta. El maletero estaba cargado con instrumentación característica para el cultivo de este estupefaciente, por lo que J.D.P.R. y D.E.C. fueron detenidos.

El traslado y característica del material localizado hacía sospechar de la existencia de un laboratorio de droga. Las gestiones practicadas permitieron descubrir entonces, en una urbanización próxima a Santoña, una vivienda unifamiliar donde se creía podía existir encubierto el laboratorio.

El lugar fue sometido a vigilancia discreta. El mismo día, por la tarde, dos personas, J.I.F.C. y A.F.G, tras apearse de un vehículo y merodear inusualmente por los alrededores, fueron interceptados, identificados y más tarde detenidos por tráfico de drogas.

Con mandamiento judicial se realizó un registro a la vivienda, que había sido acondicionada interiormente como un laboratorio "extremadamente sofisticado y preparado" para el cultivo y elaboración "metódica" de marihuana, habilitando para ello la práctica totalidad de habitaciones y los bajos del domicilio. Dada la disposición y envergadura del mismo, más de 200 metros cuadrados dedicados a cultivo, se cree que el laboratorio pudiera llevar años en funcionamiento.

Estaba preparado y dotado de extractores de aire, lámparas especiales de gran potencia, bombas de agua, sistemas de riego de cultivo hidropónico, filtros, ventiladores, material aislante, decenas de metros de cableado para instalación eléctrica, termostatos, ventiladores y toda la instrumentación y herramienta útil para el cultivo, elaboración y preparación de la droga, como semillas, sacos de turba, botes de productos químicos, abonos, tiestos, junto con básculas de precisión o bolsas de almacenaje para su posterior distribución y venta.

SOFISTICACIÓN

La Guardia Civil destaca el "impecable, completo y eficaz acondicionamiento interior", provisto de filtros y extractores para disipar y disimular entre los vecinos el fuerte olor que desprende la planta, así como para aprovechar la infraestructura propia de la vivienda para recrear las condiciones de un invernadero, que hubieran permitido la recolección de al menos cuatro cosechas anuales. Éstas serían generosas en producción y calidad, debido a la excelente variedad cultivada.

La Benemérita también considera destacable la elección de la casa y su discreta situación, retirada e integrada en el entorno para no levantar sospechas. La vivienda se encontraba en régimen de alquiler, siendo uno de los detenidos el gestor de la finca.

Además de la intervención de todo el material, instrumentación y herramienta encontrada, se han aprehendido 635 plantas verdes y maduras para producción sistemática de marihuana, que suponen más de 22 kilos de droga una vez tratada, además de cuatro bolsas de marihuana dispuesta para su venta, con un kilo de peso, y un vehículo Suzuki Grand Vitara.

En la investigación, dirigida por el Juzgado de Instrucción Nº 1 de Lerma, han colaborado Unidades de Seguridad Ciudadana de la Comandancia de Burgos, equipos de Policía Judicial de Aranda y Medina de Pomar y la Unidad Orgánica de Policía Judicial de Burgos y Cantabria.