En cambio, el vandalismo supone una importante fuente de ingresos para las arcas municipales. Al contrario de lo que ha ocurrido con el tráfico, en los once primeros meses, los policías municipales han puesto multas por un importe de 769.992 euros, casi 200.000 euros más que en todo 2005. Y falta Navidad, fechas muy gamberras.

Más dinero que destrozos

De momento, lo que valen las sanciones impuestas por vandalismo ya superan lo que cuestan los destrozos de las gamberradas, que el Ayuntamiento estima en unos 600.000 euros anuales.

En todo caso, que estén puestas no quiere decir que finalmente se cobren porque algunas son recurridas, el 25% en el caso de vandalismo.

Pese a la caída de las multas de tráfico, si se suman ambos conceptos alcanzan los 1.800.000 euros y superan los 1,6 millones de euros que tenía pensado recaudar el Ayuntamiento en todo el año.

Si todas las multas que ponen se reparten entre todos los vallisoletanos, tocaríamos a 5,6 euros cada uno. Eso sí, en las sanciones el que la hace la paga.

Más multas por el ruido del coche

La multa más repetida por infringir la ordenanza antivandalismo es por orinar en plena calle: el 51% del total, que están penadas con  60 euros. Sin embargo, las que van creciendo considerablemente son las de llevar la música a todo volumen en el coche y ruidos ambientales, que cuestan 90 euros. En cuanto a las de tráfico, el descenso de recaudación se da pese a que empezaron a sancionar los seis radares fijos.