El juez afirma que la "bondad o perversión" de la obra de Barceló en la ONU no repercute en el caso Nóos

El juez instructor del caso Nóos, José Castro, asevera en su último auto que "la bondad o perversión jurídica" que pudiera albergar el convenio suscrito en 2008 para que el artista mallorquín Miquel Barceló realizase una obra pictórica en la cúpula del Palacio de las Naciones Unidas en Ginebra "no tiene por qué repercutir" en esta causa, después de que el expresidente del Govern Jaume Matas propusiera al magistrado indagar esta colaboración.
Jaume Matas acude a declarar a la Audiencia
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EUROPA PRESS
Jaume Matas acude a declarar a la Audiencia

El juez instructor del caso Nóos, José Castro, asevera en su último auto que "la bondad o perversión jurídica" que pudiera albergar el convenio suscrito en 2008 para que el artista mallorquín Miquel Barceló realizase una obra pictórica en la cúpula del Palacio de las Naciones Unidas en Ginebra "no tiene por qué repercutir" en esta causa, después de que el expresidente del Govern Jaume Matas propusiera al magistrado indagar esta colaboración.

Y es que la defensa del exministro, imputado en el caso Nóos, proponía comparar la contratación que se llevó a cabo para la elaboración de la anterior obra, cuyo coste ascendió a unos 20 millones de euros, con los foros sobre turismo y deporte por los que el Ejecutivo balear pagó 2,3 millones de euros al Instituto Nóos.

No obstante, en la resolución que ha dictado este viernes, a la que ha tenido acceso Europa Press, el magistrado deniega requerir al Ejecutivo balear que aporte a la causa el convenio de colaboración rubricado entre la Administración autonómica, Sa Nostra y la Fundación Onuart por el que fue encargado el proyecto al pintor mallorquín, y que la defensa de Matas considera "una prueba más de la utilización de la figura del convenio de colaboración por el Govern balear".

Todo ello sin que, aseveraba en su petición, "a nadie se le haya ocurrido censurar y mucho menos perseguir penalmente a sus firmantes porque se vulneraron los principios esenciales de la contratación pública para beneficiar a Miquel Barceló y eludir la convocatoria del correspondiente concurso público", al recalcar en este sentido que "no se trata del único artista pictórico del mundo capaz de decorar la Sala de Derechos Humanos del Palacio de las Naciones".

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