Cada día aparecen más casos de malos tratos que preocupan a los ciudadnos. Sin embargo, no se trata de un problema surgido en los últimos años: la violencia en el hogar siempre ha existido.

Pero sí es ahora cuando se empieza a dar nombre a este tipo de agresiones (violencia de género, violencia doméstica...) y surgen las discusiones en torno a cual definirá mejor los hechos, olvidando que lo importante no es la denominación, sino encontrar el remedio par apaliar esta lacra social.

Hasta 1998 -con la muerte de Ana Orantes, quemada viva tras años de sufrimiento por las palizas recibidas- la opinión pública no se hace eco de la violencia doméstica como un grave problema social que nos conciernen a todos. La Administración reacciona con el Primer Plan de Acción contra la Violencia Doméstica.

Las Comunidades Autónomas también se han movilizado para crear servicios específicos de protección a las víctimas de malos tratos, así como el uso de diversos sistemas tecnológicos para una mayor eficacia de su trabajo.

Valladolid se pone manos a la obra

Primero se impulsó el I Plan Municipal de Igualdad (1995-1997), en el que no figuraba como área de intervención la de prevención de la violencia. Ya en 1998 nace el II Plan Municipal de Igualdad con la idea de la crear el Servicio de Atención a Víctimas de la Violencia Doméstica (SAVVD), en la Policía Municipal.

Se desarrollan los sistemas de telefonía móvil conectados a un ordenador en la sala del 092, para mujeres en riesgo de maltrato, y el Ayuntamiento de la ciudad aprueba en noviembre de 2001 la concesión de una ayuda para las mujeres que se encuentren en esta situación y no dispongan de recursos.

El III Plan de Igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres del municipio (2003-2006) se implanta con el objetivo de potenciar el programa de teléfonos móviles y el grupo SAVVD, la formación para la atención a las víctimas, la prevención y la actuación ante la violencia doméstica.

Creación del SAVVD

El Ayuntamiento de Valladolid pone en marcha el grupo SAVVD el 22 de abril de 2002. Es una unidad especializada que en los diez primeros meses de trabajo efectuó 294 intervenciones. Esta iniciativa surge en respuesta a los más de cien casos que se registraron en la ciudad en 2001, relacionados con los malos tratos y agresiones sexuales dentro del ámbito familiar.

En principio conformaban el equipo doce agentes de la Policía Municipal: ocho mujeres y cuatro hombres agrupados en cuatro grupos de trabajo de tres componentes cada uno (dos mujeres y un hombre), asegurando así la

Según los psicólogos, la necesidad de supervivencia de la persona maltratada le hace refugiarse en sí misma, pero a la hora de abrirse y contar sus problemas se va a sentir más identificada con una persona del sexo opuesto al de su agresor. Porque sentirá una gran desconfianza hacia toda persona que le recuerde la figura del maltratador.

Ricardo Antonio Caminero, Policía Municipal que forma parte de este equipo, asegura que la experiencia ha demostrado que no, que una mujer, cuando ha sido maltratada, le cuenta el problema a otra persona independientemente de su sexo, porque lo que busca es una solución. En la actualidad son cinco mujeres y siete hombres los que componen el equipo.

El personal es voluntario y presta el servicio las 24 horas del día durante los 365 días del año. Los agentes van vestidos de paisano, con vehículo camuflado, para que tanto la intervención como los traslados de la víctima se realicen con la mayor discreción posible (a esto se le llama victimización secundaria). Esta forma de actuar favorece la proximidad y confianza de las personas agredidas con los agentes.

Cruz Roja, junto con el Ayuntamiento, ofrece un teléfono de emergencia con GPS, de modo que si en ese momento la persona esta siendo agredida y no puede hablar, activa el teléfono par afacilitar su localización exacta. Cuando Cruz Roja entrega un teléfono pasa todos los datos al SAVVD.

La Unidad de Atención a las Víctimas de Violencia Doméstica se ubica en la Jefatura de la Policía Municipal, en la Avenida de Burgos número 3.

Los componentes de este grupo han tenido clases y reuniones con psicólogos, jueces, abogados, forenses, Policía Nacional, Guardia Civil, Asociaciones de mujeres maltratadas, víctimas, trabajadores sociales… que durante dos meses (de febrero a abril de 2002) les explicaron la legislación vigente, cómo aplicarla, cómo tratar a la persona agredida, qué hacer con ella, dónde llevarla… También han colaborado la Junta de Castilla y León y el Ministerio de Justicia.

Intervención en un caso de violencia doméstica

El SAVVD conoce los casos de malos tratos a través de varias vías: los Centros de Acción Social (CEAS), los vecinos, los centros sanitarios o porque la víctima se pone en contacto con ellos, que es lo más habitual. La víctima puede ir a pedir información o a denunciar que ha sido maltratada.

En este caso se tramita la denuncia, se informa a la víctima de todos los servicios de asistencia social (casas de acogida, teléfonos de emergencia, servicio de teleasistencia móvil de Cruz Roja) y legal (orden de protección, juicio rápido) de los que dispone; programas para recibir cursos, para integrarse en la vida laboral (programa DIKE) y, dependiendo del tipo de problema que tenga la víctima, se aplica el protocolo acorde a su situación.

Si la víctima es un hombre no existen plazas para él en los centros de emergencia, pero el Ayuntamiento se encarga de buscarle alojamiento. No puede acceder al programa de protección de teléfonos móviles, pero sí acudir al CEAS y solicitar las ayudas sociales y psicológicas.