Condenan a siete meses de prisión a un hombre por pegar a su madre con un zapato en una mano

La Audiencia de Málaga ha confirmado la sentencia dictada por un juzgado contra un hombre por pegar a su madre con un zapato en una mano. Así, se desestima el recurso presentado por la defensa y se ratifica la condena a siete meses y 15 días de prisión, prohibición de hablar o acercarse a la mujer a menos de 500 metros durante dos años y privación del derecho a tener armas.

La Audiencia de Málaga ha confirmado la sentencia dictada por un juzgado contra un hombre por pegar a su madre con un zapato en una mano. Así, se desestima el recurso presentado por la defensa y se ratifica la condena a siete meses y 15 días de prisión, prohibición de hablar o acercarse a la mujer a menos de 500 metros durante dos años y privación del derecho a tener armas.

Los hechos sucedieron en junio de 2012. Según consta en la sentencia de apelación, a la que ha tenido acceso Europa Press, el juzgado declaró probado que el acusado estaba en el domicilio que comparte con su madre y que se originó una discusión entre ambos, en el transcurso de la cual el hombre agredió a la mujer dándole varios golpes en la mano con un zapato, aunque no le causó lesión alguna.

Por estos hechos, se le condenó por un delito de lesiones en el ámbito familiar, estimando la atenuante de drogadicción. La defensa recurrió la sentencia, alegando error en la valoración de la prueba y, subsidiariamente, que se trataría de una falta y no de un delito, aunque la Sala ha rechazado el recurso presentado y ha decidido confirmar la resolución.

Así, el Tribunal de apelación señala que no aprecia dicho error y que se trata "de una acción dirigida a menoscabar la integridad física de la víctima con lo que supone asimismo de ataque a un familiar directo, conviviente con el mismo, en el domicilio común y vulnerable", apuntando que no es la primera vez, constándole varias condenas por hechos similares de maltrato.

La Sala coincide con el juzgado en que las pruebas para la condena son la declaración de la víctima, que fue "creíble y real", y la de un policía que se personó en el lugar, quien corroboró el estado "agresivo" del acusado y que tenía síntomas de haber consumido alcohol y posiblemente drogas, aunque se veía que "sabía lo que hacía". Se rechaza también la posibilidad de que sea una falta y no un delito.

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