Así lo confirmó ayer el ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, determinación a la que también se sumó el presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño.Sevilla insistió en que la propuesta de retrasar los relojes «no figura en ninguna agenda de ningún ejecutivo autonómico» y recordó que, dado que el cambio de horario es «competencia exclusiva del ejecutivo central», éste no contempla hacer cambio alguno, «más allá de las dos veces al año» que ya se aplica por igual en todo el territorio del Estado.