Seis miembros de la OTAN, dos soldados y cuatro civiles, murieron este jueves en un atentado suicida perpetrado contra un convoy militar de la OTAN en Kabul, que también causó la muerte a seis civiles afganos, informaron fuentes oficiales.

"Dos soldados y cuatro civiles que trabajaban para la OTAN han muerto hoy en Kabul en una explosión de un artefacto improvisado", informó la organización militar en un comunicado.

La misión de la OTAN desplegada en Afganistán, (ISAF), no precisó la nacionalidad de las víctimas, una prerrogativa que corresponde a cada país.

El ataque fue perpetrado por un terrorista suicida que conducía un automóvil lleno de explosivos y lo hizo impactar contra el convoy militar, explicó el jefe de la policía provincial, Mohammad Ayub Salangi.

Entre los civiles afganos fallecidos se encuentran dos niños y al menos 30 personas resultaron heridas. Salangi dijo que la explosión, de gran potencia, causó destrozos en al menos una decena de casas.

La organización Hezb-e-Islami, liderada por el señor de la guerra afgano Gulbuddin Hekmatyar, ha reivindicado el atentado. "Nosotros somos responsables de este ataque", dijo un portavoz de la organización, Zubai Seddiqi.

El ataque se produce en pleno proceso de retirada progresiva de las tropas internacionales del país asiático, de acuerdo con un calendario que prevé que las tropas del Ejército local se encarguen a partir del próximo año de la seguridad en Afganistán.

El proceso de repliegue no ha frenado los ataques insurgentes tanto contra las tropas de la OTAN como contra las fuerzas militares y las autoridades locales, lo que en medios diplomáticos despierta inquietud sobre el futuro que le espera al país.