Un jurado popular juzga desde este martes en la Audiencia de Valencia a un joven acusado de entrar en la vivienda de la prima de su pareja, ubicada en la localidad valenciana de Paterna, y hurgar entre su ropa interior. El procesado se ha acogido a su derecho a no declarar —aunque durante la instrucción, según la acusación, reconoció los hechos—, mientras que el marido de la víctima, que fue quien le sorprendió en la casa, ha indicado que en ese momento el acusado se quedó "paralizado" y él "medio tonto".

El joven, sin antecedentes penales, se enfrenta a una pena de 15 meses de prisión por un delito de allanamiento de morada, y al pago de una multa por una falta de vejaciones. La acusación particular eleva la pena hasta los dos años de cárcel, mientras que la defensa solicita la absolución para su representado.

Los hechos se remontan al 19 de julio de 2010, cuando el acusado, antes de las 6.45 horas, entró en la vivienda en la que residía la prima de su pareja junto a su marido y sus dos hijos. Lo hizo tras coger una copia de la llave de la casa, que había dejado la víctima a su prima, por si algún día pudiera necesitarla, según consta en el relato del ministerio fiscal. Tanto el acusado como la víctima vivían en el mismo edificio, el primero en casa de su suegra, y la segunda en su piso propio.

Una vez dentro, el joven cogió de una bolsa colgada detrás de la puerta de una de las habitaciones un bikini de la prima de su pareja, y acto seguido se dirigió a la habitación del matrimonio, donde revolvió los cajones de la cómoda y depositó la ropa interior de ésta sobre la cama.

Junto a esta ropa, también dejó un ordenador portátil de su propiedad, que mostraba en la pantalla una fotografía de la víctima y de su hermana en bikini, de cintura para arriba. A continuación, el joven oyó abrirse la puerta, con lo que se escondió para evitar ser descubierto detrás de uno de los dormitorios. Sin embargo, no logró su objetivo.

Al respecto, el marido de la víctima, que fue el que descubrió al acusado, ha explicado ante el tribunal que antes del incidente, no habían tenido ningún problema con la prima de su mujer ni con el marido de ésta: "antes nos llevábamos bien", ha aseverado.

"fue un lunes"

El incidente "fue un lunes", en la temporada en la que ellos se habían trasladado al chalet de su suegro ubicado en la localidad valenciana de Pedralba. Ese día, bajó a Valencia para trabajar, y como era pronto, tras pasar por el bar y ver que no había nadie, decidió subir a su casa.

Una vez allí, ha contado que encendió la luz, salió al comedor y vio "un reflejo" en el pasillo. Decidió seguir el reflejo y llegó hasta su habitación, donde descubrió un portátil con la foto de su mujer en bikini, y los cajones de la ropa interior revueltos. Seguidamente volvió al pasillo y se encontró en una habitación al acusado, de cuclillas, en el suelo.

"Le dije que qué hacía aquí, y él se quedó paralizado y yo medio tonto", ha narrado ante el jurado. Tras ello, el acusado le dijo: "si quieres, denúnciame", y se fue de allí. El marido le siguió para pedirle las llaves, y todavía guarda, a día hoy, una de ellas en su cartera, que ha exhibido al tribunal. Y todo pese a que cambió la cerradura de su puerta.