El acusado de matar a un hombre por una enemistad por la venta de un piso niega que le disparara

Ya fue condenado por intentar asesinar al que compró el apartamento

El anciano acusado de matar a otro en Torremolinos (Málaga), con el que tenía enemistad desde 2005 a raíz de una operación de venta de un apartamento, ha negado que le disparara por la espalda y ha asegurado que se encontró el arma con la que fue detenido en las inmediaciones del lugar de los hechos. Ha alegado que eran la víctima y el hombre que finalmente compró el piso, al que también quiso asesinar —por lo que ya fue condenado—, los que "querían matarme".

Un jurado popular juzga desde este lunes a este hombre, de 81 años, para el que la Fiscalía de Málaga solicita 22 años de prisión, al acusarlo de un delito de asesinato y otro de tenencia ilícita de armas. Los hechos sucedieron en una céntrica plaza de Torremolinos en septiembre de 2011 cuando, según el ministerio público, la víctima estaba sentada en un banco público y el acusado se acercó por detrás y le disparó con una escopeta.

El procesado ha explicado que conocía al fallecido porque en 2005 le comentó que tenía un piso para vender y que si él lo vendía por más dinero se podía quedar con la diferencia. Finalmente, el apartamento lo compró un hombre, al que el acusado intentó matar, hechos por los que fue condenado en 2008 y pasó dos años y medio en prisión. "No tenía que estar vivo —ha dicho en referencia a éste—, tenía que estar bajo tierra como Pedro —el fallecido—".

El comprador ha comparecido como testigo y ha asegurado que al final adquirió el piso pero sin la intermediación del acusado, asegurando que la víctima tenía "un miedo bárbaro" al procesado, incluso semanas antes de morir presentó ante la Policía Nacional una denuncia por supuestas amenazas de muerte de éste a través de otra persona para que le pagara los dos millones de pesetas que, en su opinión, le debía.

Sobre el arma, el procesado ha dicho que en la vida la había visto, negando que la comprara un año antes, sino que se la encontró porque la llevaba un hombre el día de los hechos. Dos testigos presenciales han comparecido y han reconocido en el juicio, como ya hicieran durante la investigación, al acusado como la persona que disparó a la víctima, acercándose por la espalda, y que llevaba la escopeta, con la que fue detenido.

Al margen de que el acusado no se reconoce autor de los hechos y ha dicho que no disparó a la víctima, su abogado defensor ha apuntado que en cualquier caso sería inimputable por su estado mental, aunque la representante del ministerio fiscal ha precisado que en su momento los médicos forenses aseguraron que cuando sucedieron los hechos era consciente de lo que hacía. El juicio sigue este martes con más pruebas.

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