El diputado de IU Gaspar Llamazares calificó hoy de "clandestina" la reforma de la ley de interrupción voluntaria ya que, dijo, no hay nada, ni anteproyecto, ni proyecto, "solo rumores." En cualquier caso, el parlamentario aseguró que en estos momentos está en juego la aconfesionalidad del Estado. "Da la impresión que estamos todavía en el franquismo, que tenemos que guiarnos por rumores, no por leyes", ha manifestado.

Respecto a la reforma, Llamazares ha considerado en una rueda de prensa ofrecida en Oviedo que el debate fundamental es si las leyes del Gobierno responden a la ciudadanía y sus necesidades "o únicamente a las necesidades de la jerarquía eclesiástica".

Cree que la modificación de la ley abre riesgos no sólo en relación a los derechos de la mujer, sino también, en el intento de poner en marcha una especie de "inquisición profesional", por la cual ya no valdrá que un profesional haga una historia clínica, sino que habrá una suerte de tribunal que dirá si ese pronóstico es válido. "Esa inquisición es uno de los elementos más graves de esta ley", ha advertido.

Llamazares, que participó esta mañana en Oviedo en una concentración de rechazo al cambio que promueve el ministro Alberto Ruiz Gallardón, calificó la modificación de un "ataque de rouquismo" que puede llevar a España a 30 ó 40 años atrás.

Ley de costas

Por otro lado, preguntado pro la nueva ley de costas, Llamazares ha dicho que supone una "especulación a toda costa" y que oculta un intento del PP de volver a la vieja forma de crecer basada en "el ladrillo".

Llamazares recordó que la construcción en el litoral es una vieja aspiración de 'la derecha', y que ahora, con la excusa de dar respuesta a algunos problemas, abre el camino a terminar con lo que queda de costa.