Los dos programas gubernamentales , iniciados hace 18 meses para rescatar este tipo de pisos y ponerlos en el mercado de alquiler, sólo han rescatado 2.350 viviendas.

Una cifra pequeña pero nada despreciable, en opinión de la jefa del Servicio de Mediación de Adigsa, Maria Bordonau. «Hemos ampliado las bolsas de vivienda de 10 a 46, que cubren el 60% del territorio», explica Bordonau, y añade que una vez cubiertas todas las zonas y consolidada esta red se captarán más pisos desocupados en los próximos años.

Ayudas para rehabilitar

Las bolsas de vivienda gestionan 6.323 pisos con alquileres asequibles. Bordonau reconoce que "no es fácil que un propietario acceda a alquilar su vivienda a 550 euros cuando podría hacerlo a 800 euros".

En Barcelona, hay más de 100.000 pisos vacíos, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística, aunque informes municipales reducen esta cifra de viviendas hasta 38.000.

Programa con ventajas

El propietario de un piso no habitado puede ponerlo en manos de la administración para sacar un rendimiento sin riesgos. Puede recibir hasta 6.000 euros para financiar la reforma de la vivienda y ceder su uso seis años a Adigsa. A cambio, recibe 60 cuotas y, finalizado el alquiler, se le devuelve el piso en buenas condiciones. También puede optar por ponerlo en la red de bolsas de vivienda, donde tendrá un seguro por impagos.