La hija de una criada pide ser reconocida heredera de un terrateniente con 15 millones en bienes

El Juzgado de Primera Instancia número 5 de Sevilla celebrará este viernes un juicio en el que se verá la demanda interpuesta por una mujer, identificada como Sofía R.H., para que le sea reconocida su "legítima filiación" como hija de un ganadero y terrateniente de la provincia ya fallecido que mantuvo una relación sentimental con su madre, que trabajaba como criada en su finca.

El Juzgado de Primera Instancia número 5 de Sevilla celebrará este viernes un juicio en el que se verá la demanda interpuesta por una mujer, identificada como Sofía R.H., para que le sea reconocida su "legítima filiación" como hija de un ganadero y terrateniente de la provincia ya fallecido que mantuvo una relación sentimental con su madre, que trabajaba como criada en su finca.

La demandante ha informado a Europa Press de que la historia comenzó en la década de los 40, cuando su madre, una "humilde" criada, comenzó una relación con el único hijo de la "rica" familia para la que trabajaba en una finca, relación que duró seis años, hasta que la mujer se quedó embarazada y la familia la convenció para que se volviera a su pueblo a dar a luz.

La familia del terrateniente le prometió que, "en breve", volvería a vivir con ellos "ya no como criada, sino como la legítima esposa de su hijo junto a su descendencia", pero tras ello esta familia concertó el matrimonio de su único hijo con una mujer de su misma clase social, de cuyo matrimonio sólo nació un hijo, actual y único heredero de unos bienes valorados en unos 15 millones de euros.

En una nota, el abogado de la demandante, Fernando Osuna, ha señalado que, "aunque la historia de amor nunca se interrumpió", ya que el terrateniente "siguió viendo a la criada a escondidas durante muchos años y mantuvo interés" por la hija nacida de su relación, "nunca llegó a reconocerla como tal, debido tanto a su pronta muerta, acaecida en 1970 contando 47 años, como a la presión familiar ejercida".

Al hilo, el letrado ha indicado que, "a pesar de los innumerables intentos" de la demandante para conseguir que su hermano le reconozca su "legitimo" derecho a poseer su "correcta" filiación, éste "se ha negado en todo momento a cualquier tipo de acercamiento, llegando incluso" a incinerar en 2008 a su padres y a sus abuelos a fin de "impedir la investigación de la paternidad".

Según añade, esto último lo llevó a cabo "cuando ya llevaban todas esta personas enterradas más de 20 años y tras tener conocimiento de que la demandante estaba intentando que le reconocieran judicialmente su legítima filiación".

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