El Gobierno esperó el martes que Venezuela precise si son ciertas las noticias que indican que Caracas se ha comprometido a conceder la nacionalidad a cuatro etarras residentes en aquel país para evitar su extradición a España y que ha pactado el pago de una indemnización de más de 325.000 euros para Sebastián Etxaniz Alkorta y Juan Víctor Galarza Mendiola ya extraditados.

"Hay que esperar para ver si toda la información fuera exactamente así", dijo el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, quien explicó que una vez hechas las comprobaciones se efectuará "la evaluación" oportuna y se adoptará "la iniciativa o respuesta que corresponda".

Poco después de que Zapatero se pronunciara sobre este asunto en Dakar, donde concluye su primera visita oficial a Senegal, el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, afirmó en Bruselas que si se confirman las medidas favorables del Gobierno de Venezuela a varios etarras residentes en ese país ésa "sería una decisión inaceptable para España".

Sin embargo, Rubalcaba, quien permanece en contacto con el ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, recalcó que aún no se han podido confirmar las informaciones, y que el Ministerio de Exteriores está realizando las gestiones oportunas para conocer su exactitud y su alcance.

Una conversación telefónica

La conversación telefónica que el lunes mantuvieron el jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el reelegido presidente de Venezuela, Hugo Chávez, no incluyó ninguna referencia a la situación de varios etarras residentes en este país, aseguraron fuentes del Ejecutivo.

Las fuentes del Gobierno informaron el objetivo de la conversación fue la felicitación del jefe del Ejecutivo al presidente venezolano por haber conseguido su reelección en las urnas.

Esa conversación se desarrolló hacia las cuatro de la tarde, poco antes de que Zapatero se trasladara a Dakar para reunirse con el presidente de Senegal, Abdoulaye Wade, con el fin de impulsar las relaciones bilaterales y la lucha contra la inmigración ilegal.

A la hora de esa conversación, subrayaron las fuentes citadas, no se conocían aún las informaciones relativas a las supuestas actuaciones del Gobierno venezolano con algunos etarras.