Agentes federales han detenido la madrugada del viernes al sábado a James Everett Dutschke, uno de los individuos investigados por el envío de cartas con ricino, un agente tóxico, al presidente, Barack Obama, y otros dos cargos públicos.

El Departamento de Justicia le acusará de intentar usar un arma biológica, por "desarrollar conscientemente, producir, almacenar, transferir, adquirir, retener y poseer un agente biológico o toxina para su uso como un arma", informó la oficina del fiscal general del Distrito Norte de Misisipi.

El acusado comparecerá el lunes ante un tribunal federal en Oxford (Mississippi), y, si es condenado, se enfrenta a penas máximas de cadena perpetua, una multa de 250.000 dólares y hasta 5 años de libertad supervisada, agregó la oficina en un comunicado.

Dutschke, de 41 años y monitor de artes marciales, fue arrestado tras un registro de su casa y del local donde estaba su último negocio. El sospechoso ha sido detenido sin incidentes en su domicilio de la localidad de Tupelo, en el estado de Mississippi, en el sur del país, ha explicado el jefe de la Policía de la localidad, Tony Carleton, en declaraciones a Reuters.

Agentes de la Oficina Federal de Investigación (FBI), de la Policía del Capitolio y de la unidad antiterrorista de la sección de Mississippi de la Guardia Nacional registraron entre el martes y el miércoles su casa y el antiguo gimnasio en el que enseñaba artes marciales.

El viernes por la tarde la casa estaba siendo vigilada y ya durante la madrugada, en torno a la 1.00 horas (8.00 hora peninsular española) finalmente irrumpieron en el domicilio para detenerle.

En el marco de la investigación ya se había imputado a otro hombre de Mississippi, Paul Kevin Curtis, imitador de Elvis Presley, encarcelado y posteriormente puesto en libertad después de que no se hallaran pruebas en su casa de la ciudad de Corinth.

El ricino es una potente toxina que si es ingerida causa hemorragia intestinal, diarrea, vómitos, deshidratación e hipotensión. También puede ser convertida en aerosol para incrementar su efectividad. Tras una agonía de diez días, puede llegar a causar la muerte y no se conoce antídoto.