Según añadió, "tampoco creo que robar trescientas pistolas, tener a tres personas esperando para robar en una cantera y robar mezcladoras, baterías y cables para no se qué, sea hacer política".

Imaz manifestó su deseo que "Batasuna y la izquierda radical de este país hagan política de verdad y que no tengan miedo a hacerla, con un pronunciamiento claro en contra de cualquier forma de violencia".

Ante este tipo de "tutelas", Batasuna "tiene que marcar su voz" y "sacar realmente la violencia de las calles, como dijo en Anoeta que iba a hacer" para que actúe realmente como el Sinn Fein irlandés, "sea capaz de plantarse políticamente" ante ETA y le exija el final de la violencia.

A su juicio, "el diálogo político nunca podrá estar condicionado por la violencia, como regla de higiene democrática sobre cómo abordar el proceso de paz y de normalización", cuestiones que, además, deben avanzar por "carriles separados, para que lo que vayamos a decidir los ciudadanos lo hagamos democráticamente, sin la tutela de ETA".

Pero, cuando "las conversaciones de las formaciones vascas estaban avanzando", "de repente vuelve a surgir la amenaza de la violencia", como si las conversaciones "no le gustaran" a ETA y tratara de "condicionarlas", por lo que "no se puede ceder al chantaje de la violencia", opinó.