La CIG pide reconocer el derecho de objeción de conciencia de empleados de banca ante desahucios y productos complejos

Anima a los trabajadores a plantarse contra políticas comerciales "agresivas" y contra las decisiones para "echar familias de su casa"

La CIG ha reclamado, mediante un manifiesto y varias cartas a autoridades del sector, que se reconozca el derecho de objeción de conciencia de los empleados de la banca nacionalizada ante casos de desahucio, de venta de productos complejos a clientes minoristas y en la quita a los afectados por participaciones preferentes y obligaciones subordinadas.

El sindicato nacionalista ha remitido sendas cartas al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), como propietario de las entidades nacionalizadas, a la Asociación Española de Banca (AEB) y a la asociación patronal que agrupa a las cajas de ahorros y a la CECA (ACARL). En las misivas indican que la petición se hace eco de "las peticiones de cada vez más trabajadores" del sector y, en especial, de afiliados de la CIG.

Además, alude a la sentencia del Tribunal Europeo sobre la Ley Hipotecaria, en la que considera esta norma abusiva, y a "diversas sentencias relativas a la comercialización de productos complejos en tramo minorista". "Les trasladamos la solicitud para que se reconozca el derecho a la objeción de conciencia por parte de los trabajadores de las entidades financieras nacionalizadas", solicita.

Por ello, reclama en concreto que se les reconozca el derecho a "negarse a participar en cualquier desahucio instado por la entidad" en la que trabajen; a "la objeción de conciencia ante la decisión de las empresas de comercializar productos complejos en tramo minorista" —como fue el caso de las preferentes y las subordinadas— y a que se les admita el derecho a "no participar en la denominada quita a los pequeños ahorradores" con este tipo de productos.

"Estamos convencidos de que la aceptación por parte de ustedes de este derecho democrático de los trabajadores contribuirá sin duda a mejorar la mala imagen que las propias entidades han conseguido ganarse a pulso entre la mayor parte de la población, después de los duros años de crisis económica y después de los excesos cometidos por las propias entidades", concluyen las cartas.

El manifiesto

En el manifiesto, que el sindicato dirige a los trabajadores del sector, destaca que la actuación de la banca está siendo "cuestionada cada vez más y con más razón" por la sociedad. Se remite a las sentencias que cuestionan los procedimientos de las entidades y recalca que los empleados de banca están en la "diana" pese a no ser banqueros. "Es necesario un cambio profundo que debe comenzar por nosotros mismos", anima.

Así, la CIG defiende "el derecho de las personas a tener una vivienda" y rechaza colaborar en desahucios "injustos". "Basta de echar familias de sus casas para tenerlas vacías", protesta y llama también a plantarse contra las "políticas comerciales agresivas", que considera que son "ilegalidades, en muchos casos". "No queremos colocar productos de diseño, que nadie sabe lo que son ni ofrecen garantías", protesta.

También rechaza tomar parte en las quitas a los pequeños ahorradores que tienen preferentes o subordinadas. "Es su dinero y tienen derecho a recuperarlo de forma íntegra", sostiene el sindicato, que considera que son las patronales y el Gobierno y el FROB "los auténticos responsables". "Hoy, reconociendo o negando nuestro derecho a la objeción de conciencia se retratan socialmente", avisa y concluye que si se admite esta posibilidad para los empleados, se podrán sentar las bases de un sistema financiero "más justo y sostenible socialmente".

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