La Policía Nacional ha detenido a un grupo organizado, compuesto por cuatro mujeres y tres hombres de nacionalidad rumana, dedicado a cometer hurtos en establecimientos de Oviedo. Les constan numerosos antecedentes y han sido detenidos en Valencia, Zaragoza, Santander, Palma de Mallorca, San Sebastián, Pamplona, Burgos y Logroño.

En las últimas semanas se había detectado un aumento de los hurtos en Oviedo, motivo por el que se intensificaron las investigaciones para poder coger 'in fraganti' a los autores. Han sido localizadas 67 prendas de vestir, perfumes, colonias, bolsos apantallados y aparatos para desactivar alarmas.

Los hechos se produjeron el día 3 de abril, sobre las 20.30 horas, se localizó en el centro de Oviedo a dos ciudadanas rumanas "habituales de los hurtos", a las que se les efectuó una vigilancia discreta hasta observar que entraban en un garaje del barrio del Cristo, donde hicieron entrega de un bolso a otro compatriota, que al detectar la presencia policial, intentó deshacerse del mismo, según indica la Policía en nota de prensa.

Así, se les intervino la bolsa apantallada y varios juegos de llaves, una de ellas de un vehículo que estaba estacionado en el garaje y que, una vez abierto, contenía algunas prendas sustraídas.

Esa misma mañana, se había observado a las mujeres junto a otras dos en el Parque San Francisco, después de haber sustraído algún perfume y prendas de vestir. Al ser identificadas ya se habían desprendido de lo sustraído, y tan sólo se les intervino una bolsa apantallada.

El procedimiento

El procedimiento que empleaba este grupo consistía en que dos o tres mujeres se dirigían a los centros comerciales, desactivaban las alarmas con un artilugio casero, introducían los objetos en la bolsa apantallada y a continuación salían rápidamente de las tiendas y entregaban lo sustraído a una cuarta mujer para, en caso de ser localizadas, no llevar nada encima. La cuarta mujer, que vigilaba para avisar de la presencia policial, trasladaba la mercancía, generalmente a un vehículo estacionado en las inmediaciones, o se la entrega a uno de los hombres.

La llave del vehículo no la solían portar encima sino que la ocultaban en algún hueco de la calle o incluso en algún portal para evitar que se pudiera saber dónde escondían lo robado.

En este caso, una vez encontrado el vehículo y los juegos de llaves, se pudieron localizar dos cuartos trasteros en la planta superior del edificio donde se encontraba estacionado el vehículo y, en cada uno de ellos "había otro rumano que custodiaba lo sustraído, y que usaban, a modo de vivienda, para entorpecer las actuaciones policiales".

Allí se localizaron 67 prendas de vestir, perfumes, colonias, bolsos apantallados, aparatos para desactivar alarmas. Todos los efectos, que continuaban etiquetados, pertenecían a diversas tiendas comerciales y perfumerías.

Para deshacerse de esos efectos, los hombres los empaquetaban y en pocos días los enviaban a Rumanía, bien mediante envío postal, por empresas de paquetería, o en otros casos mediante transporte propio. Los detenidos, que parece ser que "también de dedicaban a sustraer carteras y bolsos", han sido puestos a disposición judicial.