Charcos y aceras resbaladizas. La calle Alicante (barrio de Sant Francesc) tiene un pavimento «muy resbaladizo y peligroso», comentan algunos transeúntes. Además, los desniveles generan charcos de grandes dimensiones. Junto a ella, en la calle Mallorquins, el suelo tiene mugre incrustada y si caen cuatro gotas, es inseguro.

Aceras hechas trizas. La calle Quart (El Carmen) tiene «granito natural que cada dos por tres baila», se quejan desde la asociación vecinal. Además, lamentan la mala calidad de los materiales de Bolsería, Borrás y Palomar. En el casco antiguo también tienen este problema las calles Vinatea y Mantes. Ya fuera del centro, la calle Padre Domenech «tiene todo por arreglar», afirma el presidente de la asociación vecinal de Campanar.

Baldosas sin reponer. En la calle San Vicente, Periodista Azzati y Barón de Cárcer es «peligroso llevar tacón», por los agujeros, dice una peatón.

Obras. En el Cabanyal, los vecinos siguen con obras de peatonalización y es difícil ir por Francisco Cubells, Progreso, Escalante y José Benlliure. Pasa igual en las calles Cerrajeros y Maldonado.

Lista completa de las calles (pdf).

Las caídas en la calle salen caras

Los viandantes no se resignan cuando se caen por culpa del mal estado de alguna de las calles de la ciudad, lo que hacen es denunciar al Ayuntamiento. Por ejemplo, el Consistorio tuvo que hacer frente en 2004 al pago de 7.400 euros a un peatón por

caerse en la vía pública. Para librarse de estas condenas, invertirá 1,6 millones de euros en 2007 en renovar aceras y calzadas.