Un pequeño grupo de activistas sociales mantiene su encierro en la Casa Sindical de Tenerife y prevé pasar ahí toda la Semana Santa para protestar contra el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) aplicado por UGT en Canarias, que ha hecho que una extrabajadora, Miriam Pérez, lleve ya 18 días en huelga de hambre.

Su hermana Conchi, en declaraciones a Europa Press, señala que la situación es "muy complicada" por el estado de salud de Miriam, que "no va a ceder", pero los médicos han advertido de que a partir del lunes, su estado ya podría ser "muy preocupante", por lo que no descartan buscar otra alternativa de presión.

Conchi lamenta la falta de "diálogo" de la cúpula directiva de UGT y también la falta de apoyo de Comisiones Obreras, que también prepara otro ERE. "Es terrible, solo desde USO nos han animado, pero la gente de UGT entra y sale del edificio y mira para otro lado", ha comentado.

Asimismo, afirma que se lucha por un "motivo personal", el despido de su hermana, pero cree que en juego hay otra batalla de "dignidad" de la clase trabajadora.

"Un sindicato como UGT no puede olvidar el diálogo y pedir a los trabajadores que vayan a una huelga general con el temor de que pierdan sus empleos, y después beneficiarse de la primera reforma laboral de Zapatero para hacer un ERE", explica.