El Arzobispo de Oviedo afirma que el Papa "tiene una mente ignaciana pero un corazón franciscano"

Francisco abordará el "carrerismo" dentro de la curia, los casos de "corrupción moral" y la nueva evangelización, según Sanz Montes
El Arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, en el Arzobispado
El Arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, en el Arzobispado
EUROPA PRESS
El Arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, en el Arzobispado

El Arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, ha afirmado que el Papa Francisco "tiene una mente ignaciana pero un corazón franciscano", ya que atesora una gran preparación cultural y por sus palabras y sus gestos es "humilde y cercano con quien más lo necesita". Y lo define como un fiel hijo de la Iglesia, un hombre de la fraternidad y de la paz.

Monseñor Sanz Montes, en una entrevista concedida a Europa Press, ha confesado que la primera sensación que tuvo al conocer el nombre del nuevo Papa fue de "sorpresa" ya que "no figuraba inicialmente como uno de los candidatos, aunque ha explicado que en estas "elecciones" no hay candidaturas propiamente dichas y el elector principal es el Espíritu Santo que se vale de los cardenales para nombrar al sucesor de Pedro.

"No hablamos de alguien que tenga o se presente con un nuevo programa, sino que es alguien que cuenta lo mismo que el resto de candidatos y no es otra cosa que el Evangelio", sostiene el Arzobispo.

El prelado destaca que por primera vez, el Papa, es alguien que viene América del Sur, "una tierra que sabe de sufrimiento, que ha tenido batallas internas, que tiene índices altos de pobreza" y cree que su origen y sus experiencias marcarán las actuaciones del Santo Padre. "Por ello ha escogido el nombre de Francisco, el de Asís, Santo popular donde los haya al que no se le han conocido enemigos ni dentro ni fuera de la Iglesia y que siempre ha estado al lado de los más necesitados, como eran los mendigos y los leprosos", apunta.

También ha destacado su condición de Jesuita, y ha señalado que la Compañía de Jesús ha estado siempre a la vanguardia de la evangelización y que no ha conocido nunca fronteras ni culturales, ni en el mundo de la enseñanza, ni en las misiones. "Los jesuitas siempre se han caracterizado por ser grandes teólogos, pastores con una profunda espiritualidad y que a través de los siglos ha sido una Orden muy influyente en el conjunto de la Iglesia", apunta.

"Los jesuitas siempre han tenido mucho poder porque han adquirido una cultura que les ha dado el bagaje suficiente para ser poderosos, y lo que han sabido hacer es utilizar esa ventaja para servir a los demás, para ayudar y para enseñar" asegura el prelado, y añade que "educar viene del latín 'Educere', que significa guiar o acompañar a la persona en el descubrimiento de las cosas".

Nuevos retos

El Arzobispo de Oviedo ha señalado que el nuevo Papa se enfrenta a nuevos retos y ha destacado cuatro que desde su punto de vista deben de ser abordados con urgencia. El primero de ellos, es un objetivo "ad intra" que Francisco ya ha apuntado, y es erradicar el "carrerismo", ya que "el Ministerio significa servicio a los demás y no se debe de confundir con el poder individual mundano puro y duro". "la estructura de la curia recibirá una llamada a purificar este servicio", añade.

En este sentido Monseñor Sanz Montes ha destacado la importancia del nombramiento del cardenal secretario de estado, que va a ser su ayuda y "con el que tendrá que confrontar", ya que a su juicio, "no debe de ser una persona servil y que aplauda todas sus decisiones sino que deberá ayudarle y remar en la misma dirección".

Otro de los retos que deberá afrontar Francisco, según Sanz Montes, son los casos de "corrupción moral" dentro de la Iglesia y ha recordado que el Pontífice ha recibido el informe secreto elaborado por una comisión de cardenales y que tras su estudio adoptará las medidas oportunas para purificar la Iglesia. "Aún así lamento que haya personas que pretendan reducir la historia de la Iglesia a los casos de pedofilia", señala.

La tercera gran meta del Santo Padre, a juicio del prelado, es la evangelización "ante un mundo que se quiere considerar postcristiano". "Tenemos raíces cristianas en este continente pero quizá no están reverdeciendo como en otros tiempos", y añade que hay que buscar un mensaje para llegar con claridad a los jóvenes y a los que lo están pasando mal.

Y por último, el cuarto objetivo es la tendencia que busca la restauración y la unidad de los cristianos, el ecumenismo. Para El Arzobispo es momento de la unidad de las confesiones religiosas cristianas "con nuestros matices y sin hacer tabla rasa". También ha valorado el esfuerzo de los Papas Jun Pablo II y Benedicto XVI por hacer gestos importantes y establecer puentes con las religiones judía y musulmana.

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