Los residentes de este distrito podrán disponer de cerca de 350 plazas de estacionamiento sólo para ellos, según anticipó ayer Alejo García, presidente vecinal. El resto, unos 450 sitios repartidos en otras naves, «se pondrán a disposición del resto de conductores, que pagarán una cantidad simbólica por dejar el coche aparcado», añadió.

El compromiso es que estará listo antes de elecciones.

El concejal de Tráfico, Luis Concepción, reconoció que por San Antón «no se puede pasear porque está lleno de coches. Hay censados 1.500 vehículos en el barrio», y estudia la posibilidad de que los coches «no puedan aparcar allí, sólo vayan de paso», aunque no precisó cómo limitará el aparcamiento, «si eliminando las pocas plazas que hay o ensanchando las aceras», matizó el representante vecinal.

Por el momento, «la Policía Local pone multas y la grúa se lleva los coches mal estacionados», indicó el edil. Pero, según García, «no es suficiente, porque se llevan un coche, pero a continuación llega otro para aparcar». Basta dar una vuelta para ver el barrio lleno desde buena mañana, con muchos coches sobre las aceras o pasos de peatones. «La mayoría son de funcionarios», critica García.

«Los coches rompen los bolardos»

«Hasta que no la vea puesta no me lo creeré. El Ayuntamiento lleva cuatro años dando largas», opinó ayer Juan Olmo, de la Junta de Distrito 1, sobre la barrera mecánica que el Ayuntamiento quiere instalar en varios accesos al Casco Antiguo para cerrarlo al tráfico, tal como anticipó ayer 20 minutos. «Ahora los coches entran rompiendo los bolardos o abriéndolos con una llave del supermercado».