El secretario general del PSE-EE, Patxi López, ha afirmado que su partido "difícilmente" puede apoyar los Presupuestos elaborados por el Gobierno vasco y no ha descartado presentar una enmienda a la totalidad en base, sobre todo, al capítulo de ingresos, que cree que debería ser de 800 millones de euros más, en previsión de los afloramientos en la lucha contra el fraude, al dinero que provendrá de la negociación del Cupo o del relajamiento del déficit.

López, que ha mostrado la disposición de su partido a llegar a acuerdos porque no hará "política de tierra quemada", ha considerado que el proyecto de Cuentas Públicas, tal como está, supone "hambre para hoy y más hambre para mañana", por lo que los socialistas no serán "gestores de la miseria colectiva".

El líder del PSE-EE ha realizado estas declaraciones en una comparecencia ante los medios de comunicación celebrada en Bilbao, tras la primera reunión del Órgano de Coordinación Interinstitucional y Orgánico del PSE-EE, que ha analizado los 100 días del Gobierno del PNV que están a punto de cumplirse.

El secretario general de los socialistas vascos ha subrayado que el lehendakari, Iñigo Urkullu, ha tardado cinco meses en presentar sus Presupuestos y lo ha hecho "sin apoyos suficientes". "Corremos el grave riesgo de que 2013 sea un año perdido para Euskadi, en el que el Gobierno se resigne a mirar por la ventana cómo se deteriora la situación en los servicios públicos y la economía", ha indicado.

Por ello, se ha dirigido a Urkullu para decirle que "no vale decir compungido que 'todos le tenemos que ayudar'" porque es su responsabilidad lograr los acuerdos para gobernar Euskadi. "No comparto, en absoluto, eso que viene diciendo de que no hay alternativa. Sí hay alternativa. Se pueden y se deben hacer otras cosas", ha añadido.

En esta línea, ha recordado que el PSE-EE se opuso "contra viento y marea" a los recortes de Rajoy y ha entregado al Ejecutivo del

Pnv "unos servicios públicos intactos, una contabilidad transparente y una deuda menor de los límites legales establecidos", mientras que este año el Gabinete de Urkullu "ya ha emitido deuda por una cantidad superior a 500 millones de euros".

De esta forma, ha asegurado que se terminará el año "con grandes recortes en los servicios públicos, con una deuda mayor y una economía vasca dejada a su suerte". "Los socialistas vascos tenemos alternativa a los recortes del lehendakari Urkullu", ha indicado.

El líder del PSE-EE ha subrayado que, al analizar los Presupuestos, en vez de partidas, han encontrado "mordiscos" en Sanidad, Educación y modernización. Por ello, ha afirmado que suponen "hambre para hoy y mucha más hambre para mañana", ya que niegan "el impulso que necesita la economía para resistir y crecer mañana".

En su opinión, los datos son "desoladores" porque el programa de empleo se reduce en un 60 por ciento; en turismo un 56 por ciento y en comercio interior un 50 por siento, y si se tiene en cuenta que se incluye en esta partida el BEC, "la reducción de ayudas al comercio se reduce en más del 70 por ciento".

Asimismo, ha recordado que los fondos de innovación se reducen en un 49 por ciento y los recursos para Innovación y Estrategia de Competitividad un 63 por ciento, mientras se paralizan "infraestructuras necesarias"; disminuyen las partidas para investigación un 33 por ciento; para la Universidad el 7 por ciento;, a la Escuela Pública el 39 por ciento, y el trilingüísmo sufre en la formación del profesorado en un 55 por ciento.

También ha destacado que, en Sanidad, "la única partida que crece es la de la concertación con los centros privados", lo que se traduce en "menos sanidad pública y más privada".

A su entender, cada página de estas Cuentas "es una nueva herida en la economía y en las prestaciones públicas". "Son los peores presupuestos posibles para Euskadi", ha aseverado. Ante ello, ha precisado que los socialistas vascos no quieren ser "los gestores de la miseria colectiva" y ha destacado que "difícilmente" pueden "apoyar unos Presupuestos así". No obstante, ha apuntado que están "dispuestos a llegar a acuerdos de país", no para "salvar la cara de un Gobierno, sino para salvar al país".

De esta forma, no ha descartado plantear enmienda a la totalidad a los Presupuestos, que "puede ser retirada si hubiera un acuerdo". "Si hablo permanentemente de aumentar el cálculo de ingresos, en base a datos no en base a irrealidades, cualquier enmienda para el capítulo de ingresos supone una enmienda a la totalidad", ha precisado.

A su juicio, en el capítulo de ingresos es donde tienen las Cuentas "el mayor error". "No tiene por qué haber 1.200 millones menos porque puede haber más ingresos", ha apuntado, en referencia a afloramientos en la lucha contra el fraude, al dinero que provendrá de la negociación del Cupo o del relajamiento del déficit. "Si sumamos eso, se puede hacer una previsión de ingresos bien diferente y hacer una distribución de los recursos también diferente", ha añadido.

El líder del PSE-EE ha indicado que el cálculo "está mal hecho" y añadiría unos 800 millones de euros más. A su juicio, es necesario que se haga ahora un nuevo cálculo para "no meter el hacha en los Presupuestos de las instituciones de Euskadi, ahogando la economía y condenándola a la recesión".

"INACTIVIDAD"

Patxi López cree que el Ejecutivo de Iñigo Urkullu "se ha caracterizado por la inactividad", y ha lamentado que, tras un año "de críticas y afirmaciones falsas sobre la gestión" del Gobierno del PSE-EE, el lehendakari, Iñigo Urkullu, "se ha limitado a hacer declaraciones de intenciones, trasladando a la oposición su responsabilidad".

Patxi López ha afirmado que "el primer incumplimiento electoral" del PNV es no haber constituido "un Gobierno fuerte para una situación de emergencia", como la calificó Urkullu.

Tras indicar que han pasado cinco meses desde que se celebraron las elecciones autonómicas, ha subrayado que se trata de un Gobierno "paralizado", que "aún no ha empezado a caminar", algo que ha contrapuesto con el anterior Ejecutivo del PSE-EE que, "desde el primer día, tomó medidas urgentes para hacer frente a la crisis".

En esta línea, ha dicho que, "al cabo de los primeros cien días", su Ejecutivo dio a conocer "cien medidas concretas", para reactivar la economía e impulsar el TAV, dar "un cambio radical" a la lucha contra el terrorismo", poner en marcha la propuesta del trilingüísmo o la estrategia de Crónicos en la Sanidad, entre otras muchas cuestiones.

En alusión al Gabinete de Urkullu, ha subrayado que prevalece "la parálisis y el desconcierto", mientras "ha tenido que reconocer", tras anunciar "auditorías demoledoras", que todas "las feroces críticas lanzadas contra el anterior gobierno eran falsas" porque "la bancarrota anunciada resultó una falacia", ya que "se ha cerrado el ejercicio pasado con un déficit menor del comprometido".

A su juicio, transcurridos cien días de su Gobierno, el lehendakari "no tiene nada que ofrecer a la ciudadanía". "Si no se toman medidas, los problemas aumentan", ha indicado, para precisar que Iñigo Urkullu pensaba que, estando él en el Ejecutivo, "los problemas se iban resolver solos". "Pues no. Los problemas han aumentado. Hoy estamos peor que el 20 de octubre del año pasado", ha señalado.

En este contexto, ha recordado que "sólo durante los meses de diciembre y enero se han perdido en Euskadi 17.000 puestos de trabajo, un 35 por ciento más que el año anterior", aunque ha puntualizado que no va a hacer "demagogia" diciendo que esto "es responsabilidad de este Gobierno, pero hay que actuar y no quedarse quieto".