Un estudio sostiene que la independencia sería "desastrosa" económicamente para Catalunya

  • El presidente del IEE augura que un Estado Catalán quedaría fuera de la UE.
  • Según esta entidad de empresarios, la secesión provocaría la ruptura del mercado con España.
  • El documento admite que las consecuencias también serían nefastas para el Estado español.
Lema de la pancarta de la Diada del 11 de septiembre de 2012.
Lema de la pancarta de la Diada del 11 de septiembre de 2012.
G. SÁNCHEZ/ACN
Lema de la pancarta de la Diada del 11 de septiembre de 2012.

Un estudio del Instituto de Estudios Económicos (IEE) concluye que la independencia de Cataluña sería económicamente "desastrosa". Esta asociación madrileña de empresarios sostiene que la secesión provocaría la ruptura del mercado con España y la salida de Cataluña de la UE, que no tendría acceso a los mecanismos de financiación de la Unión.

El informe "La cuestión catalana, hoy" fue presentado este jueves en Barcelona con la presencia de empresarios, economistas y diferentes personalidades como el expresidente de la Generalitat Jordi Pujol. El presidente del IEE, José Luis Feito, ha dicho que la independencia supondría para Cataluña tres perturbaciones o "choques" muy dolorosos.

Feito considera que Cataluña no podría seguir en el euro si se independiza y que si crea una moneda propia, ésta nacería con una devaluación sustancial que podría ser del 50 %. En caso de que Cataluña siguiese en el euro, al estar fuera de la UE no podría acceder a la liquidez del BCE "y ese sería el principal problema".

El presidente de la entidad empresarial ha insistido en que si Cataluña sale de Europa y del BCE, los bancos catalanes tendrían que ser españoles para poder recurrir a la financiación del Banco Central Europeo, con lo que tendrían que establecer sus sedes fuera de Cataluña.

Feito también ha explicado que, en este escenario, caería de manera brusca el PIB por la reorientación de los flujos comerciales y la desinversión que llevaría a la deslocalización de empresas.

Ha sido contundente al decir que quien busca la secesión por motivos económicos "no sabe lo que hace" porque no representará una mejora económica. Feito ha asegurado que los costes de la transición hasta que Cataluña volviese a entrar en la UE serían "demoledores" y aunque serían "transitorios" afectarían a tres o cuatro generaciones y se ha preguntado que, si después de eso, Cataluña sería más rica.

También ha explicado que Cataluña no sólo se separaría de España, sino también de Alemania o Francia, países que quizás no vieran con buenos ojos un proceso que podría afectar a sus territorios. El estudio sólo analiza las consecuencias que para Cataluña tendría la independencia, pese a lo que Feito ha asegurado que las consecuencias también serían desastrosas para España.

El catedrático de Fundamentos de Análisis Económico de la UAB Clemente Polo ha asegurado que las consecuencias de la independencia serían muy "severas" para los sectores agrícolas, industriales y de servicios, porque, entre otras cosas, deberían pagar aranceles por exportar. También quedaría perjudicado un sector tan importante para la economía catalana como el turismo, según Polo, que ha afirmado que el resto de España es "fundamental para la salud económica de Cataluña".

Además, ha hablado del difícil reparto de activos y pasivos que habría que hacer entre España y Cataluña y se ha preguntado si la hacienda catalana podría hacerse cargo de los 150.000 millones de deuda pública con la que le correspondería quedarse del total de la deuda pública española, que pronto alcanzará el billón de euros.

El director general del IEE y director de Foment del Treball, Joaquim Trigo, ha apuntado que una Cataluña independiente es "creíble" a largo plazo pero que la transición generaría unos problemas importantes. La secretaria del servicio de estudios del IEE, Almudena Semur, ha dicho que la entidad prepara un estudio sobre las balanzas fiscales, donde hay muchos "malentendidos".

Ha reconocido que Cataluña aporta más de lo que recibe y que "se tiene que hacer un ajuste en el modelo" pero ha dicho que hay varias maneras de hacer las balanzas fiscales y que, por ejemplo, uno de los métodos rebaja en 5.000 euros los 16.409 millones de déficit fiscal que reclama la Generalitat.

Entre los asistentes, también se encontraba el exsecretario de Estado de Economía Alfredo Pastor, que ha asegurado que entre la gente que vive en Cataluña hay un "malestar" que no se soluciona y que aunque la independencia sea una opción costosa, no quiere decir que las cosas estén bien como están.

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