La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) registra actualmente un 95 por ciento de llenado en los embalses de su competencia como consecuencia de las últimas precipitaciones, que también han derivado en una situación "estable pero tensa" en los cauces fluviales de la cuenca, aunque "relajada" en el Genil, cuya crecida, combinada con la del arroyo Argamasilla, ha propiciado importantes anegaciones en el municipio sevillano de Écija.

Fuentes del órgano han informado a Europa Press que actualmente hay embalsados 7.700 hm3 de agua, un "máximo histórico" superior incluso a las cantidades de 2010, año también muy lluvioso. Y es que, según ha precisado la CHG, el nivel pluviométrico de estos diez últimos días ha sido el doble de lo que se registra de media en un mes de marzo normal, garantizando el agua recogida abastecimiento para tres años y riego para dos campañas.

Asimismo, y aunque hay unos cinco depósitos que no están desembalsando de manera controlada, este procedimiento se está dando en casi todas las presas de las 48 con que cuenta la cuenca.

De la zona de cabecera, en Jaén —la más problemática—, todos los pantanos están prácticamente al 100 por ciento, mientras que en Córdoba, registrándose un nivel muy alto, no se llega a este porcentaje. También están llenos los embalses de Gergal, Melonares o José Toral, en Sevilla, mientras que Granada sí cuenta con algo más de margen al respecto.

La cantidad de agua que entra actualmente en las presas se corresponde con la que sale, dado que las cuantiosas lluvias han provocado un nivel de saturación muy alto en el suelo y, como consecuencia, un elevado parámetro de escorrentías, por lo que todo lo que discurre por los terrenos va a parar a los ríos y embalses. Con todo, los depósitos permiten laminar las puntas de avenida y, así, suavizar el posible daño del cauce.

En lo referente a los niveles de los ríos, se han reducido caudales en puntos tan significativos como Écija, donde actualmente se registran 190 m3 por segundo, frente a los casi 900 de los peores momentos. No obstante, en puntos de Jaén como Mogón la tesitura es especialmente conflictiva, con un embalses como el de Tranco de Beas, lleno por primera vez en su historia y que ha empezado a desembalsar para evitar grandes riadas en el entorno. En otras zonas como Villafranca-El Carpio, en Córdoba, los niveles son "altos, pero no alarmantes".