Dos testigos relatan las maniobras temerarias de Ortega Cano la noche del accidente

  • En la mañana de este miércoles ha comenzado la segunda jornada del juicio al extorero, que exclarecerá su responsabilidad en el accidente que costó una vida.
  • Un joven que coincidió con él en una carretera ha declarado que llamó al 112 para denunciar "varias infracciones" de Ortega Cano.
  • Según el testigo, el todoterreno del extorero hizo maniobras peligrosas y luego se lo dejó encendido y con el motor en marcha mientras entraba en un bar.
  • Un segundo testigo aseguró que, minutos antes del accidente, adelantó a dos coches en una curva sin visibilidad.
Imagen de archivo de José Ortega Cano en los juzgados de Sevilla.
Imagen de archivo de José Ortega Cano en los juzgados de Sevilla.
EFE
Imagen de archivo de José Ortega Cano en los juzgados de Sevilla.

El torero José Ortega Cano ha reiterado este miércoles, al entrar en las dependencias judiciales donde se celebra la segunda jornada del juicio por el accidente de tráfico que costó la vida a un hombre, que ese día no bebió nada y ha apostillado: "Me enfrento a lo que diga la justicia".

En declaraciones a los periodistas a su entrada en la sede judicial, donde se celebra la segunda jornada del juicio, Ortega Cano ha afirmado que se encuentra bien de ánimo y ha añadido: "Vamos a los que Dios quiera".

A la entrada al juicio el abogado de la defensa, Luis Romero, ha dicho a los periodistas que "a partir de hoy se va a demostrar que hubo conducción negligente y temeraria" de Ortega Cano.

Denunciado en una llamada al 112

En la vista de este miércoles ha comparecido un joven que coincidió con él en una carretera y llamó al 112 para denunciar "varias infracciones" como adelantar con línea continua y acercarse de forma peligrosa a su coche.

El testigo Álvaro R.D. ha relatado que Ortega Cano circulaba por la carretera entre las localidades sevillanas de Villaverde del Río y Burguillos y se acercaba y alejaba de su propio coche hasta el punto de que pensó que era una broma.

Al entrar en la segunda localidad, el todoterreno del torero le adelantó en un paso de cebra con badén saltándose la línea continua y luego siguió 500 metros por el carril contrario.

Por ello, la novia del testigo, que lo acompañaba, llamó al 112 para denunciar los hechos porque pensaban "que había cometido varias infracciones, que podía causar un accidente y ponía claramente en peligro la vida de la gente".

El incidente ocurrió una hora y media antes del accidente sufrido por Ortega Cano, el 28 de mayo de 2011, y el testigo vio posteriormente que el todoterreno paraba en un bar, su conductor hacía un gesto de abrir la puerta y vomitar y luego entró en el establecimiento dejándose las luces encendidas y el motor en marcha.

También este miércoles ha declarado Francisco Javier Valseca, médico de guardia en Burguillos y primer sanitario que llegó al lugar del accidente, quien ha relatado que Ortega Cano estaba consciente y no le apreció olor a alcohol, si bien ha precisado que en la calzada había aceite y otros fluidos y que su prioridad era salvarle la vida pues estaba a punto de entrar en shock.

Adelantamiento temerario en una curva

Un segundo testigo ha afirmado en el juicio que minutos antes de la colisión el acusado adelantó a su coche y a otra furgoneta muy cerca de una curva con doble línea continua.

El joven Francisco José R.A. ha relatado que poco antes de las 22.00 horas del 28 de mayo de 2011, entre las localidades sevillanas de Burguillos y Castilblanco de los Arroyos, "faltando veinte o treinta metros para una curva", el todoterreno del torero empezó a adelantarle pese a que "no se veía lo que había al otro lado de la curva".

El testigo ha explicado que en ese tramo había una doble línea continua y pensó que el todoterreno iba a adelantarle sólo a él, pero le llamó la atención porque siguió acelerando y rebasó también a la furgoneta que circulaba delante de él.

A continuación se alejó de ellos a gran velocidad y minutos después el testigo se encontró la colisión en la que falleció Carlos Parra, de 38 años, tras impactar su Seat Altea con el todoterreno de Ortega Cano.

Este testigo, al igual que otro joven que llamó al 112, ha negado la versión de Ortega Cano de que aquella noche nunca superó los 80 kilómetros por hora. Este joven ha asegurado que él mismo circulaba a unos 80 kilómetros por hora y Ortega Cano "iba a gran velocidad", que ha situado entre 140 o 150 kilómetros por hora.

Reconoce que se "refugió en la bebida" tras la muerte de Rocío Jurado

En medio de una gran expectación mediática, Ortega Cano, que se enfrenta a cuatro años de cárcel por el accidente ocurrido en la noche del 28 de mayo de 2011, declaró ayer durante una hora y media ante la juez penal 6 de Sevilla, a la que ha afirmado que recuerda todo lo ocurrido aquella tarde excepto los minutos previos al choque, por lo que supone que sufrió un "vahído o un mareo" consecuencia de su arritmia cardíaca.

El torero ha asegurado que solo se "mojó los labios" con la copa de cava que le había servido la camarera y lo hizo "para no desairarla".

El exganadero ha aseverado en su declaración que, después de fallecer su mujer, Rocío Jurado, se "refugió" en la bebida durante "unos meses", porque en ese momento "me sentí muerto en vida" y "el que quería morirme era yo".

No obstante ha querido dejar claro que transcurridos esos meses dejó de beber alcohol, tomando otras bebidas como Aquarius o Coca-Cola, pues, a modo de ejemplo, ha señalado que la cerveza "me sienta muy mal porque me da gases en la barriga".

Ortega Cano ha "jurado" que no bebió "ninguna gota de alcohol ni por la mañana ni por la noche" del día del accidente, y añadió que, por prescripción médica y debido a los problemas de corazón que sufre, los facultativos "le han prohibido totalmente tomar alcohol" y por ello para él el alcohol "es un veneno". "Si quiero morirme no tengo más que tomar alcohol", afirmó el martes.

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