El racismomatón, una cabina similar a las de fotografiado, está ahora en el Instituto de Bertendona, donde los alumnos podrán medir la existencia de estereotipos y prejuicios, pero en breve se trasladará a la facultad de Sarriko, la estación de Abando y el polideportivo de Txurdinaga. Por medio de un test, de unos cinco minutos de duración, el ordenador determina las actitudes racistas hacia los inmigrantes. El mecanismo se basa en un juego al que se responde sólo con dos botones a cuestiones muy simples que el ordenador plantea sobre este asunto.