La Escuela de Arquitectura busca soluciones para racionar el gasto en fotocopias en color. El «uso indiscriminado» de las fotocopiadoras del aula de informática, en las que se ha gastado «en un mes la tinta de un año» –explican desde la dirección–, obligó a cortar el lunes pasado el abastecimiento, para sorpresa del alumnado.Ambas partes celebraron ayer una asamblea tras una protesta masiva de 500 estudiantes y la entrega de casi 800 firmas, para exigir la puesta en marcha de nuevo de este servicio gratuito. «Necesario», en palabras de los alumnos para poder realizar los trabajos que encargan los profesores; pero del que se aprovechaba «gente de fuera», aducen desde dirección.
La próxima semana habrá otra reunión para determinar una solución. La más probable será el establecimiento de cuotas por alumno para realizar copias, que se abonarían con la tarjeta universitaria, evitando así, además, que gente ajena a la escuela abuse del servicio.
Formato especial para trabajos
La existencia de este servicio gratuito en Arquitectura responde a la necesidad. Los alumnos ponían el papel y podían usar libremente las fotocopiadoras del aula de informática. Su empleo estaba destinado a la realización de trabajos de la escuela, para los que se exige un formato especial e impresiones en color. Cada alumno realiza unas 30 copias mensuales, lo que supone un gasto considerable.
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