La única administración de lotería de Cee (A Coruña) ha agotado hasta en cuatro ocasiones sus décimos. Su responsable, Casto Marcín espera vender más del doble que el año anterior.

Uno de los problemas de estos municipios para satisfacer la demanda es la ausencia de administración. En Baiona sólo se vende lotería en un estanco de la calle Diego Carmona. «Hace cinco años cerraron la adminstración que había y ahora tenemos que trabajar con pedidos a una de Vigo», comenta Maite Vázquez.

Mientras, en Oia, el bar Puertas es el único que tiene décimos. Aquí, las participaciones no son habituales y, por el momento, ningún restaurante ni cafetería las ha elaborado.

Estas limitaciones provocan que en ocasiones la demanda supere la oferta. «Tenemos pedidos de hasta 4.000 euros en lotería, que no podemos satisfacer en el momento», aseguran en Baiona.

Las peticiones llegan desde toda España. «El teléfono no deja de sonar en todo el día. Llaman desde Baleares, Madrid, Málaga, Granada, León y Canarias para pedir décimos», asegura la lotera de Baiona, Maite Vázquez. «El número no importa», añade.

Tocó tras el Prestige

El Gordo de la lotería de Navidad se acordó de Galicia en 2003, cuando se repartieron 120 millones de euros en Rianxo (A Coruña). Un año antes el desastre del Prestige agotó la lotería en Ribeira, Muros, Noia y Porto do Son diez días antes del sorteo. Sin embargo, en 2002 el premio más alto fue un tercer premio que recaló en A Coruña y Lugo, lo que en total supuso 19.200 millones de euros. En 2005, por su parte, la fortuna pasó de largo y sólo dejó 50.000 euros en Outes (A Coruña). El último premio de relevancia en Galicia se repartió el pasado sábado, cuando la Lotería Primitiva llevó 2,9 millones de euros a la localidad coruñesa de Cee, una de las más afectadas por las riadas.