Christine Quinn, quien ya hizo historia como la primera concejal de la ciudad de Nueva York abiertamente homosexual, anunció hoy que intentará convertirse en la primera alcaldesa de la metrópoli.

Quinn luce como favorita entre los aspirantes demócratas a la candidatura, pero cualquiera de ellos tendrá una dura batalla en noviembre frente al actual alcalde, Michael Bloomberg.

"Bregaré por mantener a la ciudad de Nueva York como un lugar donde la clase media pueda vivir y crecer, y un sitio que ayude a que quienes trabajan duro entren en la clase media", afirmó Quinn en un vídeo puesto en su portal de internet.

Desde el mediodía Quinn inició una gira por cinco distritos electorales y el primer acto oficial de su campaña ocurrió en Inwood.

"Salgan a la calle, caminen conmigo y hablen conmigo", invitó Quinn a los neoyorquinos. "Díganme lo que quieren que la municipalidad haga, muéstrenme los tesoros ocultos de vuestros vecindarios que quizá yo no he visto".

Si alcanza la victoria en noviembre, Quinn será la primera mujer que gobierne Nueva York, y la primera alcaldesa abiertamente homosexual, aunque en el vídeo de cinco minutos no mencionó su orientación sexual.

Quinn tampoco mencionó que se ha casado con su compañera de muchos años, Kim Catullo, quien estuvo a su lado en algunas visitas hoy a los barrios.

Quinn sopesó sus posibilidades de competir por la alcaldía cuatro años atrás pero abandonó la idea cuando Bloomberg resolvió que desafiaría los límites de mandato para buscar un tercer período al frente de la ciudad.

De hecho Quinn apoyó la decisión y permitió la enmienda de la Carta Municipal lo cual posibilitó que Bloomberg prolongara su estancia en la Alcaldía.

Aquella decisión no sentó muy bien entre los demócratas más liberales, pero de todos modos Quinn entra en la competencia como favorita: dispone para la campaña de 5,1 millones de dólares (3,9 millones de euros), y cuando se añadan los fondos públicos de contraparte contará con unos 7 millones de dólares, esto es 6,4 millones de dólares más de lo permitido por la ley para las elecciones primarias.

También en las encuestas Quinn aparece con una fuerte posición y tiene más respaldo que el acumulado por los tres aspirantes demócratas que le siguen a la zaga.