El vicepresidente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) y alcalde de Vigo, Abel Caballero, ha reiterado sus críticas sobre el borrador de la reforma de la Administración local y advertido este jueves de una "especie de demonización" de las corporaciones locales por parte del Ejecutivo. "Da la sensación de que el Gobierno quiere hacer creer que la crisis la produjeron los ayuntamientos", sentenció.

Frente a ello, el socialista defendió que la deuda de los municipios es "el 4,1 por ciento de PIB", mientras que la de las autonomías es el 16 y el Gobierno central el 68 por ciento. A ello, añadió que los ayuntamientos están "reduciendo su deuda" y su déficit es prácticamente cero.

En declaraciones a los medios este jueves, un día después de la reunión de la FEMP para abordar la citada reforma, Caballero aseguró que "todos los alcaldes de todos los colores están de acuerdo en la necesidad de un cambio radical de la visión de los municipios por parte del Gobierno" ya que, según afirmó, la iniciativa del Ejecutivo "impide la acción municipal".

A juicio de Caballero, en la reunión del miércoles hubo un "no categórico de 8.100 alcaldes" representados, ya que, según mantuvo, la reforma de la administración local supondrá "peores servicios" —de educación, servicios sociales y sanidad— que serán prestados por las comunidades autónomas pero financiados por los ayuntamientos.

En ese sentido, y centrándose en el caso de Vigo, afirmó que "nada garantiza que los millones de euros que la ciudad da a la Xunta vayan a ser gastados en el municipio".

Además, aseguró que los regidores españoles "no pueden tolerar la espada de Damocles de intervenciones masivas de ayuntamientos de menos de 5.000 habitantes" y reclamó que los ayuntamientos que cumplen los objetivos de la Ley de Estabilidad —como, según apuntó, Vigo— estén exentos de dar cuenta del coste de sus servicios.