El presidente de la Diputación de Soria, Antonio Pardo, ha asegurado que las plantillas de las residencias de Ágreda y El Burgo de Osma, que finalmente seguirá gestionando la Institución provincial, "no estarán sobredimensionadas" una vez que asuman el personal fijo procedente de los centros de Navaleno y El Royo, 33 trabajadores, de modo que 141 empleados fijos estarían repartidos en estas dos instalaciones geriátricas.

No obstante, Pardo ha reconocido que en "un futuro", si continúa la tendencia de disminuir el número de internos en las residencias de ancianos en general, podría darse este extremo de que hubiera más personal que el que se necesite.

En este sentido, el máximo responsable de la Diputación ha insistido que el organismo que representa trabajará para que estos dos centros se conviertan "en una referencia" y ha recordado que en la residencia de Los Milagros de Ágreda la ocupación en la actualidad es de 90 plazas, permaneciendo cerrada el ala nueva que ampliaría el cupo a 106 plazas, y que en San José de El Burgo de Osma permanecen 120 residentes, 46 en el área de geriatría y el resto en los dos centros de salud mental.

Al aludir a la residencia burgense, Pardo ha vuelto a incidir en que "salud mental es competencia de la Junta, otra cosa es que hagan caso a la Diputación".

Respecto a las residencias de El Royo, propiedad del Obispado de Osma-Soria, y de Navaleno, del Ayuntamiento pinariego, el presidente de la Diputación ha reiterado en que "se trabajará para que no se cierren, siempre y cuando a la Diputación no le cueste dinero".

COLABORACIÓN

De este modo, Antonio Pardo ha asegurado que la Institución que preside colaborará con el Obispado y con el Ayuntamiento de Navaleno con la aportación de los servicios técnicos y sociales de la propia Diputación.

"Ha llegado el momento de buscar puntos de encuentro y cumplir objetivos", ha concluido Pardo.

Así, presidente de la Diputación ha asegurado que "el modelo a seguir" en los centros geriátricos de El Royo y Navaleno es el mismo que aplican algunos ayuntamientos de la provincia, propietarios de residencias que tienen concesionada su explotación y que "no solo no pierden dinero, sino que, a veces, ganan porque reciben un canon anual".

La pasada semana el Comité de Empresa y la Diputación de Soria alcanzaron un acuerdo por el que se paralizó el proceso de privatización de las cuatro residencias de ancianos dependientes de la institución provincial, acuerdo por el que la Diputación seguirá gestionando los centros de El Burgo de Osma y Ágreda, se mantendrá al personal fijo de todas las residencias (141 trabajadores) y se producirá una bajada de sueldos del cinco por ciento.

Por el momento, queda en el aire el futuro de los centros de Navaleno y El Royo, que no son propiedad de la Diputación de Soria, y previsiblemente no se renovará el contrato de 56 trabajadores eventuales.