Testigos dicen que el acusado de asesinar a su mujer hizo "vida normal" hasta que se descubrió el cadáver

Los testigos en el juicio contra el hombre acusado de asesinar a su pareja en Villanueva de la Jara (Cuenca) en 2010 han asegurado durante su intervención que el procesado hizo vida normal desde el día 11 de julio de 2010, día en el que se cometió el asesinato, hasta el día 15 de julio, cuando se procedió a su detención por el descubrimiento del cadáver.
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EUROPA PRESS
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Los testigos en el juicio contra el hombre acusado de asesinar a su pareja en Villanueva de la Jara (Cuenca) en 2010 han asegurado durante su intervención que el procesado hizo vida normal desde el día 11 de julio de 2010, día en el que se cometió el asesinato, hasta el día 15 de julio, cuando se procedió a su detención por el descubrimiento del cadáver.

Durante la segunda sesión del juicio que se celebra en la Audiencia Provincial de Cuenca han pasado por el banquillo familiares de la víctima, compañeros de trabajo del acusado y agentes de la Guardia Civil y de la Policía Judicial.

Durante estos cuatro días, aseguran que el acusado acudió dos días a su trabajo con una actitud normal y varias veces a uno de los bares del pueblo con su hija donde aseguró que había vuelto a retomar la relación con la mujer y que ésta se encontraba en casa.

Les dijo que no se preocuparan

Una de las primas de la víctima ha asegurado que era conocedora de que R.F. "pegaba" a su prima y que le advirtió de que no acudiera a verle el día 9 de julio en Tarazona de la Mancha (Albacete) tal y como habían quedado, pero que la víctima le dijo que no se preocuparan, que sólo iba a estar un día con él.

Al no recibir noticia alguna, la testigo ha asegurado que, tras varias llamadas, consiguió hablar por teléfono con el acusado el martes día 13 de julio. Al preguntarle por su prima, éste le dijo que "no se preocupara" que habían retomado la relación y que ella se encontraba en casa.

Fue el jueves cuando recibieron una llamada del Centro de la Mujer preguntando por la víctima ya que su hijo se encontraba ingresado en el Hospital General de Albacete después de haber sufrido un accidente de tráfico junto al padre.

Entonces, ha añadido, fue cuando los familiares se acercaron hasta la vivienda en busca de la mujer, y ante la falta de respuesta y el mal olor que salía de una de las habitaciones de la casa, "decidieron avisar a la Guardia Civil".

Un brazo por debajo de la cama

Por su parte, los agentes han asegurado durante su testimonio que una vez que se personaron en la casa vieron a través de una de las ventanas "un brazo debajo de la cama" por lo que avisaron a la Policía Judicial.

En sus declaraciones, han asegurado que R.F no puso ningún tipo de resistencia en la detención que se llevó a cabo a las 22.00 horas del jueves día 15 en el Hospital de Albacete, pero que no recuerdan que se confesase autor de los hechos "en ningún momento".

Según los agentes presentes durante el interrogatorio, el detenido relató "con detalle" lo que había sucedido, una declaración que todos califican "de veraz y exhaustiva" pero que no recuerdan síntomas de arrepentimiento por parte de la víctima, a pesar de que así lo pone en las correspondientes diligencias.

La fiscal encargada de la acusación ha centrado sus preguntas en demostrar que el acusado no se declaró culpable hasta que no prestó declaración, mientras que la defensa se ha centrado en destacar que el acusado relató "con todo lujo de detalles" los hechos que se le imputan, que "en ningún momento" mintió, que se declaró culpable y que gracias a su relato los agentes encargados de la investigación tuvieron conocimientos de datos que hasta entonces desconocían.

El juicio se retomará este miércoles en la Audiencia Provincial de Cuenca.

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