La Sección VI de la Audiencia Provincial de Las Palmas han condenado a B.J.F.P. a un total de 11 años de prisión por secuestrar, agredir y extorsionar a T.F.L. en el sur de Gran Canaria para robarle, un plan que urdió junto a otras dos personas que no han sido juzgadas al no haber sido localizadas, según informa el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC).

De esta manera, se le condenó a cinco años de cárcel por un delito de detención ilegal; dos años por otro de extorsión; dos años por un delito de lesiones; y otros dos por robo con violencia o intimidación.

Además, se le impuso la prohibición de aproximarse a la víctima o a sus familiares, en cualquier lugar donde se encuentren, así como acercarse a su domicilio o a su lugar de trabajo o a cualquier otro lugar frecuentado por la víctima y prohibición de comunicarse con ella por cualquier medio de comunicación verbal, escrito, visual, informático o telemático por el plazo de siete años.

Económicamente, deberá indemnizar a T.F.L. con 975 euros por los efectos sustraídos, 22.000 euros por las lesiones inferidas y 2.000 euros por las secuelas.

La Sala consideró probado el acusado, siguiendo un plan urdido de acuerdo con A.G. y M. P.V., que no han sido objeto de enjuiciamiento por no haber sido localizados, acudió sobre las 22.00 horas del pasado 18 de mayo de 2010 en compañía de A.G. al aparcamiento anexo a un restaurante situado en Playa del Águila, término municipal de San Bartolomé de Tirajana, conociendo a través de M.P.V. que T.F.L. acudiría al lugar por haber concertado una cita con ésta.

En el momento en que T.F.L llegó conduciendo su vehículo, el acusado y A.G. le golpearon y, esgrimiendo un arma de fuego, le obligaron a conducir hasta una zona deshabitada situada en el Barranco del Águila, mientras el acusado, puesto de acuerdo con A.G., se bajó del coche de T.F.L. y les siguió en otro vehículo hasta el descampado.

Una vez allí golpearon con fuerza a la víctima en la cara con la pistola y con los puños en diversas partes del cuerpo y, con intención de enriquecerse de forma ilícita, hicieron que el acusado les entregara dos tarjetas bancarias para, tras obligarle a revelar el número secreto de ambas, extraer en varias operaciones un total de 4.500 euros.

Lo retuvieron toda la noche

Además, retuvieron al perjudicado toda la noche, hasta las 09.00 horas, hora en que, con ánimo de ilícito enriquecimiento, le conminaron a llamar a un banco suizo en el que tenía una cuenta bancaria abierta y realizar una transferencia a otra cuenta por valor de 15.000 euros, sustrayéndole con igual ánimo un teléfono móvil, un ordenador y un disco duro que han sido pericialmente tasados en 975 euros.

Después de estos hechos, el acusado llevó a T.F.L. a la Clínica Roca, abandonando la isla horas después. T.F.L. anuló la transferencia mencionada esa misma mañana, reintegrando en su cuenta la citada cantidad.