El Ayuntamiento prepara, según figura en el Plan Intermodal de Transportes de Zaragoza, una red de carriles-bus de 40 kilómetros, de los que 13 están ya en funcionamiento. Esta malla se vería complementada con una red de 36,5 kilómetros de accesos únicos en las terminales urbanas, lo que permitiría la integración del sistema global del entorno metropolitano. Además, desde el Consistorio zaragozano se estudia establecer un sistema de prioridad en los cruces para los autobuses mediante el uso de la tecnología GPS, aunque aún hay que solucionar posibles conflictos entre líneas.