Italia da la espalda al tecnócrata Monti, pero Van Rompuy dice que no hay alternativa a los ajustes

  • Fue llamado a primera línea política para enderezar las cuentas públicas y las mejoró, pero su apuesta por la austeridad le cuesta el apoyo popular.
  • Ni su prestigio internacional ni la confianza de Merkel han resultado atractivos.
  • Monti se muestra "satisfecho" por tres millones de votos en un proyecto nuevo.
  • Van Rompuy dice que Italia "no tiene alternativa" a los ajustes y las reformas.
Mario Monti, ex primer ministro italiano logra que su coalición sea solo la cuarta fuerza política.
Mario Monti, ex primer ministro italiano logra que su coalición sea solo la cuarta fuerza política.
Giuseppe Lami Monti / EFE
Mario Monti, ex primer ministro italiano logra que su coalición sea solo la cuarta fuerza política.

Llegó para hacerse cargo de un Gobierno de emergencia, pero 13 meses después, el ex primer ministro italiano Mario Monti ha sufrido un duro revés en las elecciones legislativas, ya que la coalición de centro que lideraba queda como la cuarta fuerza política del país y en una posición casi irrelevante tanto en el Senado como en la Cámara de los Diputados.

Los italianos han dado la espalda al tecnócrata que ha sido su jefe de Gobierno desde noviembre de 2011, tras la dimisión de Silvio Berlusconi, cuando el excomisario europeo fue llamado a entrar en primera línea política para enderezar las maltrechas cuentas públicas del país, en un momento en el que despertaban el recelo internacional.

Sobre los resultados de Monti parecen haber pesado las políticas de austeridad promovidas por su Gobierno técnico, entre las que se cuentan un plan de ajuste de más de 30.000 millones de euros, la reintroducción del impuesto de bienes inmuebles a la primera vivienda y reformas como la del mercado laboral, que pretendía "flexibilizar" la entrada y la salida de los trabajadores de las empresas.

Ni su prestigio internacional como experto económico y decidida vocación europeísta (consiguió colocar a Italia en la primera línea de Europa y supo granjearse la confianza de la canciller alemana, Angela Merkel que lo convirtió en sus principal interlocutor) han logrado granjearle apoyos internos. A los italianos no les gustan los sacrificios que impuso para mantener a raya la prima de riesgo.

En el Senado, con el 89,68 por ciento de los votos escrutados, la lista "Con Monti por Italia", alcanzaba un 9,17% de los sufragios. En la Cámara de los Diputados, donde Monti se presentaba en alianza con los partidos de centro Futuro y Libertad (FLI) y Unión Democrática de Centro (UDC), la coalición sumaba un 10,55%.

Unos resultados con los que el ex primer ministro queda por debajo de las expectativas y lejos de las tres primeras fuerzas del país, que superan, cada una de ellas, la barrera del 20%. Con los resultados actuales, el que fuera comisario europeo de la Competencia no obtiene ni siquiera los números necesarios para permitir una alianza que otorgue esa mayoría absoluta en ese hemiciclo a Bersani, de centro izquierda.

Anómala entrada en política

Monti presentó su dimisión como primer ministro el pasado 21 de diciembre, después de que el partido de Silvio Berlusconi, el Pueblo de la Libertad (PDL), le retirara su apoyo. Posteriormente, anunció su decisión de entrar en la batalla electoral al frente de una coalición de formaciones de centro, que se mostraron dispuestas a apoyar su programa, de marcado talante europeísta, en el que apostaba por seguir adelante en el camino del rigor presupuestario y por reformas a favor del crecimiento.

Monti confesó que era optimista sobre el hecho de que el país continuaría en la dirección de las reformas, pero ante la preocupación mostrada por diferentes sectores, incluso en el exterior, sobre la economía italiana se decidió a saltar a la arena política. Con todo, esta decisión no ha estado exenta de anomalías, ya que pese a aspirar a la presidencia del Gobierno, su nombre no ha aparecido como candidato en las listas electorales debido a que por su condición de senador vitalicio ya cuenta con un escaño en el Parlamento y no puede optar a otro.

En los últimos dos meses ha protagonizado una campaña de numerosas apariciones televisivas y de fuerte presencia en las redes sociales, en la ha jugado en varias ocasiones la carta del prestigio del que goza en Europa, además de reivindicar con fuerza que la acción de su Gobierno salvó a Italia del desastre. Ni eso, ni su viraje hacia medidas que potenciaran el crecimiento económico, ni sus últimos encontronazos con Merkel han conseguido auparle. Los italianos no comulgan con su política. El diario Corriere della Sera ve en el fracaso de la idea de Monti, al que llama el "perro de Merkel", la evanescencencia de todo el centro político italiano.

Van Rompuy dice que Italia "no tiene alternativa" a los ajustes

El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, ha dicho este martes, por su parte, que Italia "no tiene alternativa" a continuar con los ajustes y las reformas y ha pedido a los líderes políticos del país que asuman su responsabilidad y formen un Gobierno estable. "Debemos respetar el resultado de las elecciones democráticas en Italia", ha dicho Van Rompuy en su cuenta de Twitter.

"Ahora corresponde a los líderes políticos italianos asumir su responsabilidad, comprometerse y formar un Gobierno estable", ha reclamado el presidente del Consejo Europeo. "Tampoco para Italia existe una alternativa real a continuar con la consolidación fiscal y las reformas", ha sostenido Van Rompuy.

"Confío en que Italia seguirá siendo un Estado miembro estable de la eurozona", ha concluido el presidente del Consejo Europeo, que se encuentra de visita oficial en los países bálticos.

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