En estos casos, las desdichas de unos propician las alegrías de otros, pues las subastas judiciales se están poniendo de moda entre quienes tienen problemas para adquirir una vivienda.
El motivo no es otro que el precio ventajoso al que se puede comprar el piso, «por hasta un 40% menos de su valor en el mercado, aunque depende de la puja», explican las mismas fuentes. De cualquier forma, hay que tener cuidado a la hora de participar en estos concursos, ya que la vivienda puede estar habitada en el momento de la rifa o puede que tenga cargas anteriores que el nuevo propietario deberá resolver.
La venta de viviendas embargadas «va por rachas»: «Hace cinco años eran un diez o quince por ciento más», apuntan en los juzgados.
Subastas judiciales
¿Quién puede participar?: Cualquiera que abone en la cuenta judicial un depósito previo a la subasta.
¿Dónde informarse?: En los juzgados de Primera Instancia y, en breve, en www.juntadeandalucia.es/justiciayadministracionpublica.
¿Qué se vende?: Pisos, fincas, locales, vehículos, etc.
Se quedó sin empleo y sin casa
Juan Antonio (nombre ficticio) se quedó de la noche a la mañana sin empleo y, por tanto, sin dinero para pagar su hipoteca. Ocho meses después, su casa se vendía en los juzgados de Granada. Como él, los embargados suelen ser familias endeudadas o pequeños empresarios y, los que embargan, entidades bancarias. En las subastas es frecuente ver a verdaderos profesionales que pujan por las viviendas para después revenderlas.
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