Ponen redes en los edificios para echar a las palomas

Comunidades de propietarios instalan púas para repelerlas y que no se posen. Y el Ayuntamiento colocará trampas y cebos en inmuebles públicos.
La caza de las palomas se ha convertido en una lucha cotidiana de algunas comunidades de propietarios próximas a las plazas donde más se concentran estos animales (Calvo Sotelo, Ruperto Chapí, Portal de Elche).

Tras sufrir a diario sus excrementos en ventanas y balcones, los vecinos están instalando en los edificios sistemas para repeler a estas aves, como redes, púas o varillas. «Han venido a pedirnos información. Les asesoramos sobre cómo evitar las plagas y ya se están poniendo alambres en los inmuebles del Obispado, San Nicolás y otras iglesias», ha dicho Juan Zaragoza, concejal de Sanidad. Luego, esta campaña de trampas antipaloma «se extenderá a otros edificios públicos».

Junto a la iniciativa vecinal, el Consistorio alicantino prosigue con la captura de palomas en el centro de la ciudad cada dos meses. «La intención es limitar su población mediante cebos con efecto sedante o jaulas trampa, porque transmiten enfermedades a los humanos. Otras se trasladan a Extremadura para la cetrería», ha indicado Zaragoza. El Ayuntamiento multa con 600 euros a quien les dé de comer.

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Firmas para erradicar estas aves

La superpoblación de palomas en Alicante ya molesta a muchos vecinos. De hecho, en Campoamor, varios residentes recogieron firmas, secundadas por diez comunidades de vecinos, para que se solucionaran los problemas que las numerosas aves causaban en el barrio. Las palomas están perseguidas por su insalubridad y las enfermedades que pueden contagiar, entre ellas diarrea, hepatitis o encefalitis.

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