El rector de la Universidad de Sevilla (US), Antonio Ramírez de Arellano, uno de los miembros representantes de la Conferencia de Rectores de Universidades Españolas (CRUE) que junto al Ministerio de Educación, Cultura y Deporte analizarán el informe de propuestas de reforma y mejora de la calidad y la eficiencia del sistema universitario español, recientemente hecho público, ha anunciado que su posición en el proceso estará constituida por la defensa "firme" de la universidad pública y de la autonomía universitaria.

En un comunicado remitido a toda la comunidad universitaria, de la que está "seguro" que contará con su apoyo "activo", Ramírez de Arellano ha recordado que si en los últimos quince años gobiernos de distinto signo han optado por generar sus diagnósticos y propuestas para la reforma de la universidad, encargando la tarea a grupos de expertos independientes con un resultado "no muy alentador", la llegada de la crisis "ha hecho evidentes las debilidades de las fórmulas empleadas".

El rector de la Hispalense, que incide en las valoraciones incluidas en 'addenda' del informe por dos de los miembros de la comisión y el abandono de otros dos antes de concluir los trabajos, subraya que, en su diagnóstico, el documento "concurre básicamente en fondo y formas" con las expresiones del ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, del pasado 20 de abril de 2012, cuando informó en comparencia pública del encargo que le hacía a esta comisión.

Así, Ramírez de Arellano, que ha recalcado su "desacuerdo" con un posicionamiento "que impugna sin fundamentos rigurosos los logros de décadas de esfuerzos por parte del mundo académico y de la sociedad que ha apostado por él", ha señalado que el nuevo diagnóstico, "uno más, no aporta novedades importantes a reflexiones ya conocidas y ampliamente debatidas".

En cuanto a las propuestas, "la parte nuclear de las mismas es discutida en la 'addenda' con profundidad y rigor por los dos reputados juristas que formaban parte de la comisión, y es valorada como ajena e imposible, o escasamente recomendable, en el ordenamiento jurídico español", ha manifestado.

Circunstancias políticas "distintas"

Y es que, continúa, el informe, "de manera reiterada, parece ignorar el hecho de que las universidades públicas españolas atienden a más de un millón y medio de estudiantes cada día, en condiciones de creciente dificultad, distando mucho de ser meros institutos universitarios de investigación", ni parece tomar en consideración el que la carrera académica "está bloqueada en su acceso y progresión, con consecuencias de especial gravedad para los más jóvenes profesores e investigadores, haciendo puramente contradictorias propuestas tales como las referidas a la vuelta a las habilitaciones nacionales".

"Este informe se presenta en unas circunstancias políticas distintas a las de hace un año", ha recordado el rector de la US, que respecto al estudio conjunto del mismo mantiene la "esperanza" de que esto "no responda a una consideración puramente táctica, sino que sea sincera la voluntad de buscar conjuntamente propuestas de mejora realistas, que en la situación de dificultad en la que estamos minimicen las incertidumbres y aborden los verdaderos problemas sin dogmatismos".

Por otro lado, Ramírez de Arellano realiza un alegato hacia "una universidad pública accesible a todos los ciudadanos, y no sólo a los más pudientes", como "una conquista histórica irrenunciable", así como a la concepción de la institución como "un poderoso instrumento para lograr la igualdad y el bienestar de los ciudadanos".

"En mi programa de gobierno, y desde el primer momento de mi investidura como rector, mi posición ha sido clara y fruto de la convicción profunda de responder con esfuerzo y dedicación al encargo que la sociedad nos hace, que el estado social debe ser fuerte dotándose de servicios públicos eficaces y eficientes —y no renunciar a su mejora continua mediante la salida fácil de las privatizaciones indiscriminadas— y que la autonomía universitaria ha sido el instrumento imprescindible para mantener nuestro avance continuado y nuestro prestigio institucional a lo largo de las últimas décadas", subraya.

Por último, el rector asegura creer en el "diálogo", el "pacto" y el encuentro como "bases de la democracia, con independencia de las legítimas diferencias ideológicas", y en que cualquier propuesta "puede mejorarse contrastándola con las de otros antes de hacer lo que corresponda".