El Consistorio también recuperará dos obras que pertenecen al patrimonio histórico de la ciudad y que podrán ser visitadas por el público: la Torre de la Pólvora y los Pozos de Garrigós (ambos datan del periodo musulmán). Según Pablo Rosser, arqueólogo municipal, «la plaza se rehabilitará, dispondrá de un nuevo pavimento, mobiliario urbano rehabilitado y árboles».

El primer objetivo es ensanchar la plaza. Para ello, según Pablo Rosser, «se retranqueará el colegio San Roque y se ampliará por la parte de arriba hasta llegar a la calle Villavieja».

En la misma plaza, junto al solar vacío colindante con los Pozos de Garrigós habrá un centro expositivo de cerámica (el futuro Museo Alicantino de la Cerámica). Próximo a este espacio, cerca de la entrada principal del parque de La Ereta, también se aprovechará para ubicar algunas viviendas, tanto en régimen de alquiler como de venta en la calle San Juan, aunque el Patronato de la Vivienda no determinó cuántas.

Oficinas municipales

Por último, entre las calles Jorge Juan y Villavieja habrá un nuevo edificio que albergará oficinas municipales. Los vecinos del Casco Antiguo demandan que en lugar del ese edificio público se instale alguna tienda o comercio.

Piden que el puente sea visitable

La Asociación de Vecinos del Casco Antiguo reclama al Ayuntamiento que el puente que discurre por debajo de la plaza y que conecta con los Pozos de Garrigós pueda ser visitado por el público. Por eso, el colectivo vecinal insta al Consistorio a que inicie los trabajos de excavación del lugar, al mismo tiempo que con la Torre de la Pólvora y los Pozos. Según Rosser, hasta que no acaben las viviendas de la Medina no comenzarán los trabajos arqueológicos.