Personal del Parlamento ofrecerá a los invitados las normas del hemiciclo para que firmen el "darse por enterado"

El documento incluye los artículos del Reglamento sobre el orden, pero sin especificar los puntos que planteó la presidenta a los grupos
Hemiciclo gallego, Parlamento de Galicia
Hemiciclo gallego, Parlamento de Galicia
EUROPA PRESS
Hemiciclo gallego, Parlamento de Galicia

Personal del Parlamento de Galicia ofrecerá este martes a los invitados de los grupos un papel en el que se recogen las normas de comportamiento dentro del hemiciclo para los espectadores del debate y que tendrán que firmar, como novedad, para poder acceder a la tribuna.

Así, asentirán, con su nombre y DNI, el haber leído los artículos del Reglamento de la Cámara que afectan al orden de los invitados, bajo la fórmula 'Doume por enterado —Me doy por enterado—', según consta en el modelo de documento que se les dará a los invitados. De no plasmar su rúbrica, los asistentes sólo podrán seguir la sesión desde las dependencias de los grupos parlamentarios que les han invitado.

De esta forma, el Parlamento de Galicia estrenará este martes las nuevas normas para acceder al hemiciclo, después de que la presidenta de la Cámara, Pilar Rojo, tratase de recabar sin éxito el acuerdo unánime de todos los grupos para aplicar unos criterios de comportamiento, algunos de los cuales ya se utilizaban en la pasada legislatura, en aras de garantizar el orden en las sesiones plenarias.

En el papel que deberán firmar los diputados se citan varios artículos del Reglamento del Parlamento, como el 108, en el que se advierte que "cualquier persona que en el recinto parlamentario (...) promueva desorden grave con su conducta de obra o palabra será inmediatamente expulsada".

Al respecto de las expulsiones, las nuevas normas especifican las repercusiones tanto para el desalojado como para el grupo que lo ha invitado. Por ejemplo, si un invitado es expulsado, "no podrá asistir a la Cámara en el resto de la legislatura", aunque sí tendrá derecho a acceder a los locales de los grupos, "previa invitación" de las fuerzas parlamentarias.

Además, en esos criterios, se contemplan consecuencias para los grupos, al proponer que las fuerzas parlamentarias serán "responsables" de dar "cumplida información a los invitados" del articulado del Reglamento en lo relativo a los invitados dentro del recinto del Pazo do Hórreo. Se quedarán sin cupo de invitados en la siguiente sesión en caso de expulsión de las personas que ha llevado y, "en caso de reincidencia, el cupo se perderá, como mínimo, para un periodo de sesiones o tiempo equivalente".

Expulsados del pazo

En el documento que deberán suscribir los invitados también aparece el contenido del artículo 109, es decir, aquellos que den muestras de "aprobación o desaprobación, perturben el orden o falten a la debida compostura serán inmediatamente expulsados del pazo".

Eso sí, no especifica, como sí explicita uno de los puntos de las nuevas normas parlamentarias que se aplicarán, que los invitados "deberán abstenerse de portar pancartas, estandartes o emblemas de todo tipo que contengan mensajes que no respeten el comportamiento previsto".

Los nuevos criterios también incluyen que, de producirse "alteraciones del orden" durante el transcurso de un pleno, los servicios de seguridad remitirán un testimonio de los hechos a la Mesa del Parlamento para "su traslado a la autoridad judicial".

Aunque tal cual no aparece como escrito, sí se recuerda en el documento (como dice el artículo 107 del Reglamento) que han de firmar los visitantes que de producirse una expulsión, se podrá poner a disposición judicial las personas responsables de la perturbación en el pleno.

Origen de las nuevas medidas

El desencadenante de las nuevas medidas, como la necesidad de firmar para entrar en el hemiciclo, fue las protestas de afectados por las participaciones preferentes que ocurrieron el pasado mes de diciembre en el hemiciclo gallego, y cuando se llegaron a escuchar amenazas y que "correría sangre".

Así, la presidenta se reservó la potestad de eliminar los cupos de visitas a los grupos, es decir, si antes tramitaba las listas que le hacían llegar las distintas formaciones, ahora tendría ella la última palabra.

Esta decisión causó el rechazo de toda la oposición en bloque, lo que la llevó a abandonar el pleno de presupuestos que se celebró hace dos semanas. Además, diputados de Alternativa Galega de Esquerda (AGE) y del BNG acompañaron a sus invitados hasta la tribuna, de donde fueron desalojados al exhibir pancartas y pedir trabajo para el naval.

Lo ocurrido fue calificado por la presidenta como un "atentado a una alta institución" y desembocó en una reunión con todos los grupos, en la que se abordó este tema.

También se trató en la Xunta de Portavoces de la semana pasada y, finalmente, la presidenta de la Cámara propuso un documento de siete puntos a los grupos de la oposición, que evitaron apoyar con su firma los nuevos criterios.

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