El arzobispo de Zaragoza, monseñor Manuel Ureña, ha afirmado este lunes, 11 de febrero de 2013, que la renuncia del Papa Benedicto XVI, es un signo claro "de santidad, de pureza y de buen hacer". La noticia, hecha pública este lunes, "estremece", ha señalado.

En una rueda de prensa celebrada en la Casa de la Iglesia de la capital aragonesa, monseñor Ureña ha destacado la "lucidez" del Papa y ha dejado claro que Benedicto XVI sigue siendo Papa hasta el 28 de febrero a las 20.00 horas, fecha en la que abandonará el Pontificado.

Manuel Ureña, visiblemente emocionado, ha expresado que "el Santo Padre ha entrado dentro de sí mismo, ha analizado su conciencia, y su conciencia le ha dicho que va perdiendo fuerzas y, consecuente con su conciencia, ha escuchado la Palabra de Dios, la voz de su conciencia, y ha dicho 'no debo seguir".

El arzobispo ha agregado que la renuncia del Papa "es una pérdida tremenda" y ha animado a no plantearse "en vano" quién será el nuevo Obispo de Roma. Ha confiado en que el nuevo Papa sea designado a comienzos del mes de marzo.