Absuelven a un joven de A Cañiza (Pontevedra) acusado de abusar de su vecina de 12 años

La Sección Cuarta de la Audiencia provincial de Pontevedra ha absuelto al vecino de A Cañiza (Pontevedra) Christian V.V., juzgado en enero por abusar sexualmente de una menor que entonces tenía 12 años y que era su vecina y tenía con él varios amigos en común.

La Sección Cuarta de la Audiencia provincial de Pontevedra ha absuelto al vecino de A Cañiza (Pontevedra) Christian V.V., juzgado en enero por abusar sexualmente de una menor que entonces tenía 12 años y que era su vecina y tenía con él varios amigos en común.

Durante el juicio, el chico negó los hechos mientras la presunta víctima, que declaró a puerta cerrada, mantuvo su acusación de que en agosto de 2010 le besó y tocó los pechos y al mes siguiente la besó, le obligó a hacerle una felación y la penetró con un dedo en la vagina.

El tribunal acude a los elementos o reservas que se emplean en la criba de las versiones de los hechos —es decir, las características del testigo, la forma de narración del hecho, los gestos— señalando en la sentencia la existencia de dudas razonables así como contradicciones en las declaraciones y las versiones de los hechos que hacen los testigos.

En su declaración, la chica indicó que tardó en denunciar los hechos porque tenía miedo a que si sus padres se enteraban la internasen en un reformatorio. Finalmente, salieron a relucir un día en una fiesta y cuando la menor se encontraba bajo los efectos del alcohol. "Cuando tuvo que ser trasladada al PAC de A Cañiza, cuando relata al médico que bebió para olvidar lo que pasó, por lo que no puede descartarse que buscase una explicación a la ebriedad", dice la sentencia.

Comportamiento tranquilo

Con ocasión del juicio se observa que la menor muestra un comportamiento tranquilo, contrariamente a lo que suele acontecer en estos casos, en los que se percibe una emotividad y una rabia.

La fiscal del caso pedía que el acusado fuese condenado a seis años de prisión como autor de un delito de abusos sexuales. La acusación particular ejercida por la familia de la supuesta víctima le considera responsable de dos delitos de abusos sexuales y solicitaba una condena de nueve años (dos por uno y siete por el otro) y la defensa su libre absolución.

Declaraciones contradictorias

Las declaraciones del resto de los testigos que comparecieron en el juicio resultaron contradictorias con las prestadas en fase de instrucción. La única que no incurrió en contradicciones fue la prima, a la que la víctima contó los hechos en primer término y su exmarido, que, tras conocer las quejas de la chica, llamó al acusado y al respecto asegura: "No me lo negó, pero me dijo que no la había obligado".

Las que entonces eran amigas de la víctima y supuestamente la acompañaban cuando contó los hechos señalaron que ya no mantienen relación con ella "porque es una mentirosa", pero siguen siendo amigas del procesado. Otras amigas de la víctima señalaron que no conocían los hechos, pero que es mentira que la chica tuviese algún interés sentimental por el acusado y pudiese declarar por venganza.

Tras escuchar la declaración de unos y de otros, la fiscal considera que las más fiables son las de la víctima (que fue "sincera, consistente y convincente") y las de su entonces primo político, al que el acusado supuestamente reconoció que la chica sí le hizo una felación, pero porque quiso. Al respecto, la fiscal sostiene que aunque la relación fuese consentida, es legalmente condenable, pues ella era menor de 13 años.

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