Un donante de esperma anónimo dejará de serlo después de que la Audiencia Territorial de Hamm (Alemania) se haya pronunciado este miércoles a favor de una joven concebida con su semen que reclamaba conocer la identidad de su padre biológico.

Con anterioridad, la Audiencia Provincial de Essen no había dado la razón a la mujer, de 22 años y que hace cuatro supo que su padre legal no era el biológico. En esa ocasión, el médico demandado, un facultativo de la región que dirige el Centro Novum de Reproducción Asistida de Essen, había argumentado que el perfil del hombre ya no existía. A este respecto, la ley que obliga a conservar los datos de los donantes anónimos de esperma durante 30 años entró en vigor en 2007, cuando la joven tenía 16 años. Hasta entonces solo tenían que conservarse 10 años.

Ahora, el médico podría enfrentarse a una posible multa o, incluso, a pena de cárcel como medidas coercitivas si se niega a facilitar la identidad del donante, tal y como adelantó el portavoz del tribunal territorial.

Por su parte, el Tribunal Constitucional ya había informado en un caso anterior de la obligación por principio de informar sobre los datos de los padres biológicos, mientras el centro que dirige el demandado calcula que en Alemania hay unos 100.000 niños concebidos con el esperma de donantes anónimos.