'En privado', arte contemporáneo que examina la progresiva desaparición de la intimidad

  • Obras de Tracey Emin, Mark Wallinger, Richard Billingham o Nan Goldin repasan los varios significados de la privacidad.
  • Los trabajos arrojan luz sobre el creciente exhibicionismo, el placer de ver sin ser visto y el ansia de recibir y propagar la información con rapidez.
  • Entre los proyectos hay chicas retratándose en ropa interior, viajeros de tren durmiendo, una cama desordenada y sucia...
Una de las fotos de la serie 'Technically Intimate', de Evan Baden, que explora la popularidad del "tráfico de imágenes" anónimas y de carácter sexual
Una de las fotos de la serie 'Technically Intimate', de Evan Baden, que explora la popularidad del "tráfico de imágenes" anónimas y de carácter sexual
© Evan Baden
Una de las fotos de la serie 'Technically Intimate', de Evan Baden, que explora la popularidad del "tráfico de imágenes" anónimas y de carácter sexual

El exhibicionismo, la urgencia de comunicar noticias, el placer de mostrarse ante otros y de mirar en silencio perfilan la privacidad como un concepto del pasado. Todo se comparte, desde lo que estamos comiendo en un restaurante hasta las relaciones sentimentales o las primeras fotos del hijo recién nacido.

El Schirn Kunsthalle de Frankfurt clausura Privat (En privado), una muestra de arte contemporáneo que —desde el 1 de noviembre hasta el 3 de febrero— ha arrojado luz sobre la "disolución radical" de la esfera privada y el inicio del desarrollo de una sociedad de "posprivacidad".

Con fotos, polaroids, imágenes captadas con la cámara de un móvil, instalaciones, objetos y material audiovisual que revela escenas domésticas y secretos personales, el conjunto es un asalto a la "naturaleza privada de la intimidad" en la que entra lo cómico (como es el caso de las fotos de Mark Wallinger, que captó con su teléfono a viajeros de tren y autobus dormidos con la boca abierta) y también lo doloroso, con proyectos como el del artista Richard Billingham, que documentó con crudeza la penosa rutina diaria de su padre alcohólico y de su madre obesa.

'Técnicamente íntimo'

Las obras expuestas son un repaso a los varios significados de la privacidad, borrosa en un momento en que se prima la rapidez de la información y se ensalza la exhibición pública del individuo.

La disponibilidad permanente de la tecnología (todos llevamos una cámara de fotos y de vídeo en el bolsillo y no tenemos ni que esperar a llegar a casa para compartir imágenes y grabaciones) hace que un contenido esté disponible para el mundo en cuestión de segundos. El artista Evan Baden se refiere a este fenómeno —útil, fascinante y también peligroso— en Technically Intimate (Técnicamente íntimo) una serie de fotos de chicas jóvenes que representan la popularidad en la Red del "tráfico de imágenes cargadas de sexualidad".

En la muestra, con obras de la década de los cincuenta hasta ahora, los ejemplos más clásicos contradicen la idea de que la falta de privacidad sea una consecuencia de la era de Internet. Stan Brakhage exhibe en una película de 1959 el nacimiento de su primer hijo. Nan Goldin reta en los años setenta el modelo tradicional de la familia burguesa retratando el nudismo genuino y cercano que la rodeaba. Tracey Emin expone en 1998 —en los albores de la Web— su famosa instalación My Bed (Mi cama), en la que expone la intimidad de un dormitorio desordenado como si la artista hubiera pasado días enferma en la cama.

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