¿Los alumnos llegan con tabúes a las clases?

Sí, muchos creen que lo deletreamos todo y están muy nerviosos porque no saben cómo comunicarse conmigo, al ser sorda. Pero aprenden rápido.

¿Y qué es lo más difícil?

Unir la expresión con los gestos. Es una comunicación más cercana, siempre hay que mirarse a la cara, y eso es muy positivo.

¿Qué problemas se encuentran a diario?

Faltan intérpretes. No podemos ir al cine, al teatro... Todavía queda mucho por hacer y por adaptar.

¿Y la inserción laboral?

Muchos empresarios aún tienen recelo a contratar a personas con sordera. Debemos superar eso.

Bio

Nació en Malpica (A Coruña) hace 32 años. Es sorda de nacimiento. Imparte cursos de Lengua de Signos en la ciudad y es orientadora desde hace siete años.