Las terminales del aeropuerto de Barajas comienzan a presentar un aspecto insalubre tras cuatro días de huelga del personal de limpieza de las terminales 1, 2 y 3 (servicio que presta la empresa Pilsa) y después del comienzo, este mismo lunes, de la huelga de trabajadores en la Terminal 4 (adjudicado a Eulen). Y así van a seguir después de que la primera reunión para desbloquear los paros haya terminado sin acuerdo.

Botellas de plástico, restos de envases de alimentos, papeles y hasta ropa y zapatos cubriendo el suelo y parte del mobiliario de las instalaciones se acumulan en el principal punto de llegada de viajeros de España. Los desperdicios se amontonan de tal manera que el personal de algunas compañías aéreas decidió limpiar sus mostradores de facturación y parte de sus oficinas, lo que motivó las protestas de las trabajadoras movilizadas.

Parte de los baños de las terminales han cerrado debido a que los servicios mínimos no garantizan el mantenimiento de todos ellos.

Cada día 120.000 pasajeros y acompañantes pasan por las terminales. Aena (Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea)  llegó a colocar este lunes contenedores de residuos en el control de seguridad de acceso a la zona de embarque de la T-1 para evitar que los desperdicios siguieran creciendo. Sin embargo, la concentración de empleados en esta zona y la negativa del comité a iniciar la reunión prevista con la empresa si Aena no rectificaba, lograron la retirada de los mismos, que, según la empresa, se habían colocado "por error".

Aunque el encuentro llegó a celebrarse, el comité de empresa no alcanzó ningún acuerdo con Pilsa este lunes, por lo que la huelga indefinida se mantiene en las terminales 1, 2 y 3 a la espera de lo que decidan las asambleas de trabajadores.

Pilsa quiere acometer un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que plantea el despido de 54 de los 270 empleados de plantilla. Justifica la medida en ladecisión de Aena de reducir un 20 % la cuantía del contrato del servicio de limpieza durante 2013.

Esta es la misma razón que esgrime Eulen, adjudicataria del servicio de limpieza en la T-4, para bajar un 40% el sueldo a los 300 miembros de su plantilla y aplicarles el convenio sectorial de limpieza de edificios y locales de la Comunidad de Madrid, con lo que además perderían las mejoras del suyo.

Por ello, los empleados se sumaron este lunes al paro del resto de las terminales. La protesta, sin embargo, se desconvocó al final del día después de que la empresa haya aceptado realizar una reducción temporal de jornada laboral manteniendo los puestos de trabajo.

Valoriza, que presta el servicio en el edificio satélite de la T-4, también ha propuesto a sus 150 trabajadores una modificación de sus condiciones de trabajo, aunque, en este caso, los cambios aún están negociándose.

El comité de centro de Aena-Barajas ha emitido un comunicado de apoyo a los trabajadores de la limpieza "en defensa de los puestos de trabajo y derechos laborales frente a las políticas de 'austericidio'".