Álvarez-Cascos, en relación al Prestige: "Las decisiones fueron las correctas"

  • Ha declarado como testigo en el juicio que evalúa los daños causados por la mayor catástrofe medioambiental de la historia de España.
  • En su opinión, cualquier otra decisión que no hubiese sido la de alejar el barco habría tenido consecuencias "más graves".
  • Sobre su polémica cacería mientras el buque se hundía, ha dicho lo siguiente: "Si hubiera sido útil, hubiera estado aquí".
  • El Ministerio Fiscal reclama por la 'marea negra' provocada por el hundimiento del 'Prestige' indemnizaciones por daños que suman 4.442 millones de euros.
Fotografía de archivo (07/05/2010) de Francisco Alvarez-Cascos.
Fotografía de archivo (07/05/2010) de Francisco Alvarez-Cascos.
EFE
Fotografía de archivo (07/05/2010) de Francisco Alvarez-Cascos.

El exministro de Fomento Francisco Álvarez-Cascos ha defendido este martes que los daños causados por el accidente del petrolero 'Prestige' en noviembre de 2002 frente a las costas gallegas fueron "inevitables" y ha justificado que las decisiones adoptadas por las autoridades marítimas españolas "fueron las correctas sobre la base de los informes de los técnicos y expertos".

Álvarez-Cascos ha declarado este martes como testigo ante el tribunal de la Audiencia de A Coruña que juzga los daños medioambientales causados por el 'Prestige', que provocaron la mayor catástrofe medioambiental de la historia de España.

En su opinión, cualquier otra decisión que no hubiese sido la de alejar el barco habría tenido consecuencias "más graves, pese a que el vertido, más de 66.000 toneladas de fuel pesado altamente contaminante, anegó el litoral gallego, afectó a toda la costa del Cantábrico y llegó hasta Francia.

Según el exministro de Fomento, en la gestión de la crisis del 'Prestige' se aplicó el Plan Nacional de Contingencias por Contaminación Marina Accidental, que data de 2001 y en el que está perfectamente "jerarquizada" la cadena de toma de decisiones. Este protocolo establece que la responsabilidad última corresponde al director general de la Marina Mercante, puesto que en noviembre de 2002 ostentaba Jose Luis López Sors, el único ex alto cargo de la Administración española que se sienta en el banquillo de los acusados.

El exministro no ha escatimado elogios a la gestión de López Sors durante los seis días —del 13 al 19 de noviembre— en los que el barco navegó con rumbo errático frente a la costa gallega hasta que, finalmente, se partió en dos y se hundió, anegando de chapapote más de 1.600 kilómetros de litoral.

"No me imagino al jefe de los bomberos de Nueva York durante el 11-S ante un tribunal por no haber podido impedir que se cayeran las torres gemelas", ha declarado Álvarez-Cascos, para quien las decisiones adoptadas por López Sors contaron siempre con el correspondiente asesoramiento técnico y fueron "las más correctas posibles con la información de la que disponía en cada momento".

"Yo no tomaba las decisiones técnicas"

Álvarez-Cascos ha insistido en su defensa de la gestión de la crisis y ha precisado que era informado puntualmente del suceso, pero ha insistido en que no formó parte de los órganos que adoptaron las decisiones "técnicas".

"Si el ministro no tiene que adoptar decisiones técnicas, no tiene ningún sentido que se le consulten cuestiones técnicas", ha remarcado el exministro y expresidente del Principado de Asturias, quien, además, ha subrayado que todas las decisiones se tomaron desde el respeto a la legislación.

Así, Álvarez-Cascos ha señalado que conoció la decisión de alejar el barco de la costa una vez adoptada.

El exministro ha subrayado que la catástrofe medioambiental causada por el 'Prestige' se debió a la "rotura de un barco que no tenía que estar navegando" y no a la gestión de las autoridades españolas que, ha insistido, "fue la más correcta" de la posibles y se ciñó siempre a la defensa de los intereses generales.

"De las mojaduras no tienen la culpa los paraguas, sino el agua", ha apuntado el exministro para ilustrar la actuación de la Administración española en la crisis.

De cacería en plena crisis medioambiental

Sobre su polémica participación en cacerías mientras el buque provocaba una auténtica catástrofe medioambiental de consecuencias ecológicas y económicas en la costa gallega, Cascos la ha justificado en todo momento.

Ante la pregunta de si no veía "frívolo" irse de cacería, ha dicho que si su presencia "hubiera sido útil, hubiera estado aquí", en referencia a los días que transcurrieron entre el 13 de noviembre —día del siniestro— y el 19 de noviembre, cuando se hundió el buque.

Además, ha defendido la decisión de no llevar el 'Prestige' a un puerto refugio y al respecto ha recordado que esta medida fue apoyada por el director del Centro francés para el estudio de la contaminación de las aguas (CEDRE), Michel Girin, al que ha citado como "el máximo experto europeo" en contaminación marítima.

Según Álvarez-Cascos, Girin avaló el proceder de España en la gestión de la crisis y puntualizó en un informe que no existía precedente, al menos que él conociera, de que se llevara un petrolero a puerto vertiendo carga.

Tres acusados y una indemnización millonaria

Además del ex director general de la Marina Mercante, se sientan en el banquillo de los acusados el capitán del 'Prestige', Apostolos Mangouras, y el jefe de máquinas del petrolero, Nikolaos Argyropoulos, ambos de nacionalidad griega.

Para los tres acusados se piden penas de prisión que oscilan entre los 5 y los 12 años.

El Ministerio Fiscal reclama por la 'marea negra' provocada por el hundimiento del 'Prestige' indemnizaciones por daños que suman 4.442 millones de euros.

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